miércoles, 16 de febrero de 2011

Érase el primer beso

En la entrada anterior había empezado a hablar de A, así que hoy toca explicar mi primer amor.

Él era amigo de JF y J, del ambiente Santanderino. La primera noche en la que M iba a salir por allí, con J y conmigo, cogimos como otras veces el autobús desde mi pueblo a Santander, pero resulta que era un autobús que no llegaba hasta el centro de la ciudad, sino por las horas que eran, se quedaba en sus cocheras, que están a las afueras. Así que cuando terminó su trayecto, el conductor nos dejó tirados a las afueras de la ciudad y nos iba a tocar andar bastante hasta el centro.

En esas estábamos cuando por la carretera nos adelantó un coche y J dijo, creo que es A (ni M ni yo teníamos ni idea de quién era A) y salió corriendo detrás del coche. Se nota que le debía fastidiar tener que ir andando hasta el centro, porque es la primera vez y creo que la última que veía a J correr (y eso que había "jugado" a balonmano conmigo). Pues nada, consiguió parar el coche, le dijo quiénes éramos nosotros 2 y nos llevó hasta el primer pub de ambiente.

En mi salida del armario, que ya he relatado en el post anterior, él no estaba presente, debía estar fuera tomando el aire, pero como tampoco nos conocía no sabía si éramos gays o no.

En un momento en el que salí yo también a tomar el aire (que lo necesitaba después de soltar la bomba) me lo encontré fuera y empezamos a hablar. Resulta que nos conocíamos de vista, pero de mucho tiempo atrás, del colegio, aunque de cursos distintos, porque él era un par de años mayor que yo y era del mismo pueblo.

A mí nunca me ha gustado la pluma y éste era el primer gay sin pluma que conocía así que enseguida me llamó la atención. En un momento dado, me preguntó "por cierto, ¿tu también eres...?" y me señaló hacia la puerta del local. Yo asentí y creo que en ese momento el se empezó a interesar por mi.

La noche avanzó y pasamos (como en procesión, porque toda la gente del ambiente santanderino va a los mismos sitios y en el mismo orden) al siguiente pub y de ahí a la discoteca (con su cuarto oscuro y todo, como tiene que ser) y finalmente, a M le entró la curiosidad por el cruising mañanero y allá que nos llevó A. J y M aprovecharon para salir del coche a investigar sobre el terreno y A y yo nos quedamos allí y aprovechamos para darnos el teléfono, para quedar algún día, todo muy inocente esa primera noche.

Esa semana, yo trabajaba de mañana (en las prácticas para la carrera) y él en el turno de tarde de una fábrica, así que no pudimos quedar, pero estábamos venga a mandarnos SMS en plan quinceañero. Ese finde yo me había comprometido a ir a pasarlo con un amigo de la infancia, que se había metido a cura y estaba destinado en un pueblo remoto de los Picos de Europa. La sorpresa fue que A me estaba esperando en la estación de tren de mi pueblo para despedirme. Era la primera vez que nos veíamos después de la noche en la que nos conocimos y a partir de ahí ya parecía que no había vuelta atrás.

Esa misma noche los mensajes empezaron a ser mucho más esclarecedores y los del día siguiente también. Yo estaba que no cabía en mí. Era la primera vez que notaba las dichosas mariposas en el estómago y estaba teniendo que ir con mi amigo, de pueblo en pueblo, entre las montañas a oirlo decir misa. Estaba deseando que llegase el domingo.

Y llegó el domingo y otra misa más y el cura me bajó en su coche porque había quedado para comer con su familia, así que allí estaba yo, con toda la tarde para compartirla con mi A, pero muerto de miedo por volver a verle después de todo lo que nos habíamos escrito por SMS.

Como digo, parecíamos dos quinceañeros todo cortados. Nos saludamos chocando los 5. Me monté en su coche y me llevó hasta una playa bastante solitaria (para ser finales de Julio) y en un pueblo lejano del mío, pero aún así no nos decidíamos a nada. Nos fuimos de la playa y me subió con el coche hasta los restos de un castillo abandonado en lo alto de un monte y allí, con vistas al mar, por fin nos decidimos a darnos nuestro primer beso.

CONTINUARÁ...

8 comentarios:

  1. Ves lo que tiene ser ex monaguillo? que luego tienes amigos que son curas... a mi me ha pasado igual, así que, tranquilidad. Bueno, si, la historia suena a ñoña... a ver si en el próximo empieza a aparecer carnaza en lo alto del castillo.... A mi estas historias me recuerdan a mi Galicia, pero más verde todo si cabe... es que me lo estoy imaginando todo.

    Bicos Ricos

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  2. Ya me hubiese gustado a mí que la historia en vez de ñoña fuese de pasión y desenfreno, pero no fue así :( creo que esta vez te quedas sin carnaza XD

    Besos!!

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  3. jaj Qué bonitas son estas historias, pq como todos las hemos vivido pues las hacemos nuestras y nos llegan al alma. Y tienen la doble belleza del despertar al amor y del reconocimiento sexual sabiendo que hay mas como nosotros y que todo se puede superar y lograr...


    Bueno, a ver que pasa entonces, aunque por lo que dices te quedaste con los ganas, de mmomento, jaaj


    bezo

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  4. jajaja, un amor casto y católico??

    Bicos Ricos

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  5. Oh, que lindo, es una historia muy bonita y me alegra mucho que las vivieras. No todos hemos tenido esa suerte de descubrir el amor de esa manera, así que guarda esos recuerdos con cariño aunque luego no surgiera nada.

    Un beso cielo

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  6. Queeee bonitooooo

    agh soy un romantico noxento, que es asquero dicho en gallego

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  7. Bueno, seguro que todos habéis tenido este tipo de historias y recordáis más o menos la ilusión del momento. Y los que no, tranquilos que ya llegará.

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