jueves, 17 de febrero de 2011

Érase el primer novio

Nos habíamos quedado en el primer beso, tras el que vendrían muchos más.

Ese mes de agosto transcurría trabajando por las mañanas y él dependiendo del turno, mañana tarde o noche. Pero sin duda, cualquier momento en el que nuestras agendas se solapasen, era tiempo que pasábamos juntos. Si era por la tarde, pues a la playa. Este chico me descubrió un montón de playas y algunas incluso muy cercanas, pero que hasta ese momento eran totalmente desconocidas para mi.

En el peor de los casos, si el trabajaba de tarde, quedábamos después de cenar en la cafetería de enfrente de mi casa. Un sitio en el que yo nunca había entrado, porque la clientela habitual eran las típicas "señoras que...", en este caso, señoras que se reúnen a tomar el café y despellejar viva a la que ese día no ha ido. Entre ellas mi madre, que suele bajar ahí los sábados y domingos por la tarde, con las amigas. Pero claro, las clientas habituales a las horas a las que nosotros íbamos ya no estaban y el sitio cerraba tarde. Para colmo, el camarero es gay y conocido de A y J, que también nos acompañaba alguna noche que otra.

Yo no me lo podía creer, estaba compartiendo confidencias y carantoñas con mi novio, al otro lado de la carretera de mi casa y delante del camarero que atendía a mi madre todas las tardes, la trajedia estaba servida, pero no llegó a consumarse.

Los fines de semana ninguno de los dos trabajaba y lo teníamos todo para nosotros. Uno de ellos, él me llevó a su piso de estudiante en Burgos, que al ser verano estaba vacío y allí me enseñó la ciudad, me presentó a sus amigos y compartimos cama por primera vez, pero antes de que se dispare la imaginación del lector, ya digo que todo muy quinceañero, besos, caricias y poco más.

Él acababa de salir de una relación de 3 años con su ex y tenía ganar de tomarse las cosas con calma. Yo estaba descubriendo un mundo nuevo y todo me parecía bien, así que sin prisas.

Otro fin de semana, el de la semana grande de Bilbao, me lo llevé yo a mi piso, en el que tampoco estaban mis compañeros. Allí le presenté a mis amigos de la universidad, saliendo también del armario delante de ellos, al presentarlo como mi novio. El sábado de fiestas, nos pasamos demasiado con la bebida, dando como resultado una laguna mental gigante en ambos, sobre lo que había pasado esa noche. El caso es que yo desperté solo en mi cama de matrimonio y él en la habitación de mi compañero Dani. Yo no sé siquiera si perdí la virginidad aquella noche, pero sospecho que ni la activa, ni la pasiva. Él me jura y me perjura que tampoco sabe lo que pasó, ni el por qué, ni el cuándo se cambió de habitación.

Tras ese finde seguimos como si tal cosa, pero algo debía haber cambiado entre nosotros y al final él esperó a que yo acabase los exámenes para dejarme. Yo le dije que vale, pero que no quería perderle como amigo y él me contestó que eso era una utopía. Cuánta razón!!!

CONTINUARÁ...

5 comentarios:

  1. Ahm, tu A. es de los de mi escuela, de los que opinan que eso de la amistad con los ex es una utopía, un deseo demasiado bonito que no llega nunca a cumplirse.... Yo lo que no me explico es como se pueden tener tantas lagunas de una noche... yo es que tengo la facultad de recordar una y cada una de mis borracheras.... (uy, que ahora que soy candidato no puedo decir que me haya emborrachado) Viva el vino!!

    Bicos Ricos

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  2. Me imagino que ahora recordar al primer novio será menos incómodo, no? porque andar pensando en el tras dejarte tenía que ser complicado.

    Y lo de ser amigos, pues no se, porque me imagino que siempre se sufre mucho por una parte al ver que esta ahí y... bueno, que no debe ser muy facil.

    Un beso cielo

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  3. Pimpf: Pues lo de la utopía, ahora veo que sí que lo era y lo de las lagunas... me ha pasado 4 veces en mis 28 años. Soy de extremos, puedo soportar muy bien el alcohol notándose sólo cierto puntillo, pero de repente, llega la laguna.

    Isra: Lo puedo comentar tan alegremente porque han pasado 7 años. En aquel momento era la primera vez para las cosas buenas y las malas y eso hacía que todo fuesen emociones muy intensas.

    Besos a mis dos seguidores favoritos!!

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  4. Bonito mientras duró. A mí también me faltan muchas cosas en la memoria cuando bebo mucho xD

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  5. Pues cuando vaya a Santander habrá que comprobarlo con un kinito ;)

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