viernes, 18 de febrero de 2011

Érase el paso del amor al odio

Nos habíamos quedado en la ruptura con mi primer novio A, con el que yo quería tener una bonita relación de amistad.

El curso había comenzado y yo estaba de vuelta en Bilbao y quedando casi todos los fines de semana con mi amigo J que también estaba allí. Solía alternar entre ir con J al ambiente los viernes y salir con mis amigos de la universidad los sábados o al revés.

La verdad es que J y yo nunca habíamos congeniado demasiado bien, pero para hacernos compañía mutuamente hasta que uno de los dos (o los dos) ligase, era suficiente. Yo estaba tratando de experimentar nuevas sensaciones y recuperar el tiempo perdido (ya me entendéis) y el ambiente de Bilbao se prestaba mucho más a ello que el escaso de Santander.

Cuando caía algún puente y volvíamos a casa tanto A como yo, nos veíamos por Santander, seguíamos compartiendo amigos y saludándonos y hablando como si tal cosa. Incluso vino a Bilbao de fiesta una vez con un nuevo ligue debajo del brazo, invitado por J claro, porque para mí eso era demasiado.

Creo que todavía le seguía queriendo, había sido mi primer chico. Incluso aquella vez lo utilicé, gracias a un encuentro casual con la mayor cotilla de la universidad, para salir del armario con todos mis compañeros. Bueno realmente sólo fue con ella diciéndole "mira, este es mi ex", luego ella se encargó de la divulgación.

Con eso fue pasando el curso y cuando al verano siguiente volvimos a vernos, mi sorpresa fue que A dejó de hablarme. Estuvimos así un par de findes, cosa realmente incómoda porque estábamos en el mismo grupo de amigos. Traté de arreglarlo pidiéndole que hablásemos en una ocasión y me dijo que estaba así por lo que yo había ido diciendo de él y se piró sin más explicaciones.

Fue la última vez que hablé con él, aunque por suerte, tampoco me lo he vuelto a cruzar muchas más veces. Lo que tengo claro es que yo no fui hablando mal de él, ni de nadie, así que alguien debió malmeter y todo apunta a J, mi confidente del ambiente bilbaino de aquel curso.

Al poco tiempo yo me vine a trabajar Madrid y de él ni idea, nadie lo volvió a ver por Santander, ni a J tampoco. Lo que sé de J es que le quedaba un curso más en Bilbao y luego me dijeron que estaba también en Madrid. Incluso me dijeron dónde trabaja, pero la verdad, nunca me he acercado por allí.

Así que de esto se extraen varias moralejas. En primer lugar parece que lo de ser amigo de un ex es una utopía y la segunda enseñanza que saco de todo esto es que no se deben formar parejas en los grupos de amigos, porque al final el grupo se va a la mierda.

Después de A vinieron muchos otros ligues, primero en Bilbao y ahora en Madrid. Incluso otro novio de larga duración (ÉL), pero nunca volví a sentir las mariposas revolotear en el estómago. Lo que me lleva a preguntarme si eso realmente pasó por la situación (por ser la primera vez) o por la persona en cuestión. ¿Volverán algún día las putas mariposas a mi estómago?

6 comentarios:

  1. Deja las maris tranquilas (las marisposas digo). Eso es la inocencia del primer amor y ya. Bueno, y del segubdo, del tercero... Un mareo tanto revoloteo!

    Lo de las parejas y las amistades deberias haberlo aprendido ya con «el grupo», eh? XD

    ResponderEliminar
  2. Ahm, lo que yo decía, eso es una utopìa, yo con mi ex chica no me hablo, y no sé si cuando la vea si felicitarle por su reciente embarazo, y mi ex-chico pues, ahì ha pasado, al limbo del olvido, tras miles de intentos por ambas partes de que todo fuese bien, o que volviese a ser. Con D., las veces que nos hemos dado vacaciones, ha sido imposible eso de llevarnos bien... qué carácter el mío, jajajaja

    Bicos Ricos

    ResponderEliminar
  3. Z, lo tuyo tiene mucho mérito, porque por los comentarios veo que te has tragado todo lo que he vomitado en el blog de una atacada, lo aburrido que debías estar!! XD
    Bienvenido.

    Pimpf, yo lo veía fácil, ya que no habíamos roto por ninguna movida, ni de mal rollo, ni nada, pero se ve que debe ser una regla no escrita que yo desconocía.

    Besos!!

    ResponderEliminar
  4. te voy leyendo para ponerme al día de tu historia, pero comento aquí para asegurarte que las maris como las denomina Z. si que vuelven siempre que estas despuesto a recibirlas jeje
    aunque eso si, como no son las mismas que las del primer amor...

    tb para afirmar que si se puede ser amigos de los ex... solo que hay que dejar un tiempo de "transición" ... yo me llevo estupendamente con todos mis ex y eso que con algunos la cosa no acabo bien. Pero con el tiempo ya hemos aprendido a ser amigos e incluso hablar del pasado sin rencores.

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Pues vaya, una pena que la cosa acabase con ese malentendido... quizás él cuando hable de tí te recuerde amargamente por supuesta "traición"

    ResponderEliminar
  6. Adrianos: Bienvenido a mi hogar virtual. En mi caso, las mariposas todavía no han vuelto y a mi ex, como no lo he vuelto a ver, pues no sé como nos trataríamos si alguna vez llegamos a coincidir.

    Bo: Ni idea de cómo me recuerda él. Por tal y como he escrito la historia, podéis ver que yo lo recuerdo con cariño.

    Besos!!

    ResponderEliminar