miércoles, 30 de marzo de 2011

Érase una piedra que cambio nuestros planes

Está claro que no se pueden hacer planes, porque llega alguien y te los jode.

En este caso ha sido mi suegra, que nos ha cambiado los planes para este fin de semana, ya que ha ido a pedir presupuesto para la encimera de la ya famosa cocina y resulta que las que son de piedra o compactas le han parecido muy caras, así que al final nos toca ponerla de estas de madera forradas de melamina, imitación de algún otro material. Vamos de las baratas.

A mí no me convence mucho la opción, porque en casa de mis padres siempre ha habido una encimera de piedra y ahí sigue como el primer día sin haber tenido ningún cuidado con ella. En cambio, en los dos últimos pisos de alquiler que he estado, las encimeras eran de estas maluchas y estaban bastante estropeadas, pero está claro que quien paga, manda.

A ÉL además le convence más la nueva opción, porque dice que por el precio de una de piedra, podemos poner de las de madera y cambiarlas hasta 7 veces. Por lo que en esta ocasión, me toca ceder.

Así que nada, ayer tocó de nuevo excursión al Leroy Merlin y al Ikea (que de no ir nunca, hemos pasado a ir 2 ó 3 veces por semana), a escoger encimera y fregadero y ya tenemos ambas cosas compradas. La peor parte es que dije que esta semana no iba a mover un músculo en la obra y llevo dos días sin parar. Y este fin de semana me tocará montar la encimera, con su fregadero y vitrocerámica, por lo que nuestra escapada romántica se tendrá que posponer una vez más.

Eso sí, muchas gracias por las sugerencias en los comentarios de ayer, que las tendré en cuenta para cuando podamos escaparnos de esta pesadilla.

La parte buena, es que este fin de semana por fin estará la cocina terminada del todo y el baño a falta de poner sólo la mampara de la ducha. Nos toca ponernos con otros frentes que tenemos pendientes. La principal discusión que tenemos para el resto de la casa es gotelé sí/gotelé no y me temo que una vez más, va a mandar la que pone el dinero.

Como dice ÉL, lo importante es tener 4 paredes y que podamos estar los dos dentro. Habrá que conformarse.

5 comentarios:

  1. Pero que paga la suegra? ufff, que mal rollo. Pues si, ya sabes que donde hay patrón no manda marinero, y eso toca, no mandar y montar la encimera sea la que sea. De todas formas, y esto que no te moleste, eso de que la "mama" de EL sea quien dirija porque paga, es un pelin incómodo, no? Es casi preferible no tener más que un hornillo, pero que sea tuyo tuyo y nadie te lo eche en cara un día de estos.

    Un beso

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  2. goteléeeee? Pero si eso es del paleozoicoooo! Y encima con lo que pincha, jajaja

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  3. Yo ya me voy postulando... por si creas en el futuro el debate del gotelé... ¿Gotelé? Horror Pavor... vamos no hay dudas... horterismos no!! Lo que pagaría mi D. por que le hubiesen quitado el gotelé ese... que con el tiempo...

    Sobre la encimera, y aunque pague quien paga... siempre cabe la posibilidad del copago... ¿no? Yo es que ni lo dudo, en mi cocina hay una losa de granito de O Porriño y vamos, no hay discusión...

    Yo le recomendé en su día a mi D. que pusiese papel en alguna de las paredes... si... papel, que está de moda nuevamente... y pintura modernilla... pero vamos.. ni caso me ha hecho.

    Bicos Ricos

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  4. Aquí otro de la liga anti-gotelé, prefiero las paredes lisas. Y sobre la encimera que quieres que te diga, lo malo al final sale caro así que hubiera sido mejor que tu suegra escogiese una de piedra...

    En fin, que te sea leve y esperemos que esta pesadilla acabe esta semana.

    Besos.

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  5. Kotei, veo que lo has entendido. No sólo la reforma y los muebles, sino que también han pagado (y se supone que lo seguirán haciendo mientras su hijo no trabaje) el piso. A pesar de que yo desde que me independicé he podido vivir por mis medios, ahora me toca tragar... supongo que a caballo regalado...

    Z, pues sí, es lo que tiene el piso y tiene pinta de que se va a quedar ahí por mucho tiempo.

    Pimpf, yo pagaría por que lo quitaran, o lo intentaría yo... pero no sé si va a ser posible. Yo por mí las dejaría lisas, en un tono neutro (gris clarito) y en cada estancia dejaría una pared distinta, bien pintadas en un color que resalte o con papel o forrada de imitacion de piedra (esto para el salón). Por lo menos esa es mi idea.

    Christian, creo que no hay nadie al que le guste el gotelé, lo único bueno que tiene es que disimula las imperfecciones y manchas de la pared, por eso se ponía tanto. Y encima con lo costoso (en dinero o esfuerzo propio) que es quitarlo.

    Besos para todos!!

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