jueves, 31 de marzo de 2011

Érase las cosas sobre las que no puedo hablar

Cuando abrí este blog, una de las ideas era escribir por aquí las cosas que no le puedo contar a ÉL, amparado por el anonimato que proporciona internet. Pero resulta que ahora tengo confianza con los lectores, así que no puedo.
No puedo hablar de las veces que voy a Premium, Octopus o Paraíso, las saunas madrileñas que frecuento, ni la cantidad de cosas, ni con la cantidad de gente, que las hago allí dentro.

No puedo contar nada sobre las veces que me voy de cruising por los baños de diferentes centros comerciales y estaciones, ni de cómo suelo acabar con los pantalones por los tobillos en las cabinas de los retretes.

No puedo, aunque sé que os gustaría leerlo, hablaros de los antros de sexo que pueblan esta ciudad, ni de las diferentes fiestas que en ellos se organizan, a las que por supuesto que acudo puntualmente.

No puedo relatar lo bien que me lo paso cuando voy de viaje de trabajo a otras ciudades, conociendo los usos y costumbres locales en materia sexual.

No puedo ni mencionar la cantidad de amantes y follo-amigos que tengo, he tenido y pienso tener.

En definitiva, no puedo hablar de la fabulosa cornamenta que luce ÉL...

5 comentarios:

  1. Bueno, a mí más de una vez me han reprochado que con lo sexual no suela hablar de lo que hago y cuando lo hago es de forma muy somera. Y mira que no me cuesta hablar del tema espontáneamente, lo que me cuesta es escribirlo, el hecho de coger un día y decir "hoy me apetece contar lo que hice la semana pasada o alguna anécdota con algunos de los tíos que han pasado por mi historial".

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. ozu, que barbaridad, pues para no querer hablar, no veas lo que has largado por esa boquita. Y eso que eres nuevo en la ciudad, pero la leche la cantidad de cosas que haces y conoces, me has dejado con la boca abierta, jajajaj (no te aproveches) jejejeje.

    Bueno, que digo yo, que aun con la confianza nos puedes contar, eh? jajaja

    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Chuchi, yo te digo una cosa. Mi blog me proporcionaba también cierto anonimato, y este anonimato me duró exactamente unos meses. Poco después, casi a punto de cumplir el año el blog, allá por diciembre, D. lo descubrió, con lo cual, hay cosas que mejor uno debe guardarse, por muchas ganas de contarlo que tenga alguien. Así que... como dice Kotei, de contar... en privado, si hay necesidad.

    Bicos Ricos

    ResponderEliminar
  4. Los blogs, de anonimato tienen poco y google siempre los encuentra, jajaja. Mejor tener una libreta a mano de todo aquello que no quieras que sepa.

    Besazos!!

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias a todos por comentar, en el post de hoy tenéis la explicación pertinente.

    Un beso!!

    ResponderEliminar