Hoy toca boletín informativo, como cuando las televisiones interrumpen su programación de repente y es que la noticia no es para menos. Y aquí va el titular: ÉL ha salido del armario.
Con el tema del piso que le van a poner sus padres y que ya sabéis que me tiene muy quemado, yo necesitaba saber la opinión de su familia antes de hacer planes de futuro. Y así se lo hice saber, dándole además un ultimátum de una semana para hablar con ellos. No es algo de lo que me sienta especialmente orgulloso, ya que yo no soy de hacer este tipo de cosas, pero me estaba rayando demasiado con el tema.
Así que con este "empujoncito" por mi parte, ÉL se lo dijo a su madre. Su madre, que no es tonta, le dijo que ya se lo imaginaba y, parece que en un primer momento se lo tomó bastante bien, pero le dijo que no se lo contase a su padre.
Al día siguiente le dijo que ya se lo había contado ella a su padre y que éste no se lo había tomado nada bien. Durante los dos días siguientes padre e hijo, que han estado más tiempo juntos que en el último año por temas de las obras de reforma, se han esquivado las miradas y se han hablado lo justito. Por medio de unos tíos suyos a los que la madre también se lo ha contado, nos hemos enterado de que el padre está verdaderamente mal, pensando seriamente en desheredarle del piso este y que cree que necesita ir a un psicólogo para asumir lo de su hijo.
La madre, que al principio se lo tomó bien, va tirando también perlas del estilo de "es una vergüenza", suponemos que influenciada por la opinión de su padre. Yo estoy con sentimientos encontrados, por un lado me alegro de que por fin se lo haya dicho y por otro me arrepiento de haber forzado la situación. Y es que yo no me imaginaba que sus padres iban a resultar tan cerrados.
De su madre, me esperaba una reacción 100% positiva, ya que por su trabajo tiene que tratar con un montón de gays diferentes al día, aunque reconozco que no en su mejor aspecto, ya que trabaja haciendo pruebas del VIH. De su padre no tenía muchas referencias, porque apenas me habla de él. Es el típico hombre que está como de paso en su casa, porque está claro que los pantalones en su casa los lleva su mujer y con el hijo tiene las conversaciones típicas que se tienen en el ascensor con un vecino. Ambos son de un pueblo pequeño castellano, aunque llevan la tira de años en Madrid y no es que yo tenga nada en contra de la gente de pueblo, que yo también lo soy, pero seguro que algo influye.
La sorpresa positiva nos la han dado sus tíos, que lo han aceptado de maravilla y nos han invitado a ir a su casa (viven en Valencia) por las fallas o cuando queramos. Yo tenía mis dudas de cómo se lo iban a tomar, ya que su tío y su primo son militares, que no tiene nada que ver, pero yo les tenía como bastante cerrados, pero ya véis que sorpresas te da la vida.
Y en esas estamos hasta ahora. ÉL parece que se esperaba todas las reacciones tal y como se han producido y lo lleva bien. Sigue con la ilusión puesta en las reformas del futuro nidito.
Seguiremos informando.
Anda que... yo si fuese ÉL, por muy enamorado que estuviese tendría una contestación para ti, desde el primer intento de "instigar la salida del armario", la respuesta sería "es una decisión personal, y solo yo decido cuando y como la hago, si te gusta, bien y si no, ahí tienes la puerta, si quieres te lo piensas cinco minutos". En concreto este tema es recurrente entre D. y yo, la última vez se lo dejé así de claro... no cogió la puerta, aunque hoy ya ha soltado una mini perla.
ResponderEliminarEspero que ÉL esté bien de ánimos... y nada, que pronto se solucione el trauma de su padre.
Bicos Ricos
Bueno, parece que ya me he ganado la primera antipatía en la blogosfera. Comprendo que tú lo ves desde el otro punto de vista, pero espero que eso pueda ayudarnos a empatizar un poco con el otro.
ResponderEliminarEn mi casso, para empezar, de tema recurrente nada. Ha sido la primera vez en 5 años que se lo he dicho. Nunca me he metido en su relación con sus padres, hasta que ellos se han metido en la nuestra. Porque lo de "regalarle" un piso a su hijo y medio forzarle a que se vaya a vivir ahí cuando saben que vive conmigo, lo veo una forma de meterse en nuestra relación.
Por otro lado fue ÉL quien me dijo en navidad que tenía ganas de decírselo, incluso yo estaba dispuesto a celebrar el fin de año cenando con su familia, pero al final se echó para atrás y yo no dije ni mu.
El problema es que pasaban los días, avanzaban las decisiones a tomar sobre ¿nuestro? futuro hogar y yo quería estar seguro de que su familia aceptara la situación. Que si no, yo me quedo en mi casita tan a gusto, oiga.
Veo lógico que te lleve los demonios pensar que le "forcé" a hacer algo que es tan personal como dices, pero te aseguro que fue una decisión muy meditada por mi parte, evaluando sus pros y sus contras y que en última instancia ÉL tenía la última palabra.
Si quería que me fuese a vivir con ÉL tenía que decírselo a sus padres en la próxima semana, ese fue mi ultimátum. Nunca había hecho algo parecido y no me siento orgulloso de ello, pero volvería a tomar la misma decisión.
Aún con todo ya te digo Pimpf, que entiendo tu postura.
Un beso!!!
Bueno, parecía importante para vosotros y para vuestra relación. Tal vez le regalaban el piso esperando separarlo de ti... Es curioso que lo hayan tomado mejor los tios siendo, como tú dices militares, aunque creo que eso no tiene que ver y que no es lo mismo cuando es "tu hijo" que cuando es "tu sobrino". Es el viejo tema de que a mi me gustan los negros pero no para novio de mi hija, ya sabes...
ResponderEliminarNo sé, muchsa veces salir del armario es un poco traspasar el problema a la familia que es la que entonces lo pasa mal. Es curioso que la madre que trabaje en eso no reaccione mejor, pero supongo que todas esperan que su hijo se case y le de hijos....
En fin, tb. hay que darle un tiempo al padre, igual hay que ponerse en su caso y puede que sea dificil de aceptar también. Yo cro que se acostumbraran y acabaran por aceptarlo..
Y a mi se me ocurre preguntarte si tu mismo has salido del armario con tu familia...?
Bezos.
Para nosotros creo que ya era el momento, lo del piso no creo que fuese con la idea de separarnos, sino para que ÉL formara su propia familia y les diese nietos, cosa que se complica bastante. Encima con el agravante de que ambos somos hijos únicos, con lo que nuestro árbol genealógico parece que se va a secar.
ResponderEliminarPero vamos, que tiempo al tiempo con la familia, que por lo último que sé, ahora no me pueden ni ver, como si fuese culpa mía.
Y sí, mi familia lo sabe, de hecho será el tema de hoy.
Besos!!!
Bueno lo hecho hecho está así que ahora toca afrontar lo que venga.
ResponderEliminarYo yq te decía en una entrada anterior que nosotros no forzamos la salida ... vino como sola... aunque la reacción de mi padre tampoco fue maravillosa y nunca llegó a aceptarlo del todo.
Me imagino que EL tiene el agravante de "depender" todavía de la familia cosa que complica la situación bastante ya que el padre se siente todavía en "control". Espero que el "pisito" que ya veo que el padre utiliza como amenaza de quitar, no os suponga un contratiempo. Con el tiempo el padre se calmará. Me imagino que no lo aceptará nunca del todo pero por lo menos aceptará sentarse en la misma mesa que tu en noche buena.
Animo... y sobre todo cabeza fría para aguantar varios comentarios absurdos que puedan venir. La mejor respuesta a comentarios hirrientes es ignorar y responder como si nada; creo yo siempre que luego cada caso y familia son distintos.
Besos