jueves, 10 de marzo de 2011

Érase un borracho

Hoy me voy a poner en modo terapia de Alcohólicos Anónimos: "Hola soy Bitxin y tengo un problema con el Alcohol", a lo que todos debéis contestar: "Hola Bitxin, te queremos". Realmente por fortuna no tengo ni idea de cómo son esas reuniones, ni si se dicen estas cosas. Supongo que esa es la idea que tengo gracias al cine o la tele. 
El alcohol nunca me ha afectado cuando salía de juerga, porque ahora ya no salgo :-( Solía ser el que más bebía e iba siempre fresco como una lechuga. Es por ello que siempre me tocaba a mí aguantar a los amigos que se habían pasado con el alcohol. A mi amigo M le he aguantado sus vómitos acompañados de su frase típica: "No pasa nada, eso era lo que me sobraba", con LA nos hemos reído cuando trata de salir de los coches sin quitarse el cinturón de seguridad (incluso M se lo recordó el día de su boda en su discurso durante la ceremonia), LB es de las que más peligro tienen, porque como es la pupas, por menos de nada puedes acabar en una ambulancia acompañándola, N es de las que te puede meter en un lío cuando le da por ir de diva y así con el resto de amigos/as con los que he compartido juergas.

Pero ahora toca hablar de mi y no siempre me he controlado. Tengo un problema, puedo beber y beber y estar bien, pero llega un punto en el que todo lo que no me ha subido hasta entonces me sube de repente y soy de los que al día siguiente tiene verdaderas lagunas de lo que ocurrió la noche anterior. Me ha pasado eso 4 veces en esta vida, que paso a enumerar:

1. La noche en fiestas de Bilbao con mi primer novio A.
Realmente esta ya la he contado. Fue la 2ª y última noche que A y yo pasamos juntos. Mis amigos de la Universidad tenían a un conocido trabajando en uno de los bares que se montan para las fiestas (Txoznas) y nos sacaba los katxis/minis realmente baratos (o gratis, no lo recuerdo), con lo que bebimos un montón. Además yo quería estar algo contentillo para animarme a decirles a mis colegas quién era el que me acompañaba. El problema es que se me fue la mano y el resultado ya lo sabéis: Despertando cada uno en una habitación sin saber cómo había llegado hasta allí.
 
2. También en Bilbao en un jueves cualquiera de fiesta universitaria.
Lo pongo aquí porque es una de las 4 borracheras que me he agarrado en la vida, pero realmente no sé ni por qué fue ni tengo muchos recuerdos de aquella noche. Sólo recuerdo que salimos como muchos otros jueves y que bebí mucho, pero sin venir a cuento. Recuerdo que acabé vomitando agarrado a lo que yo pensaba que era un robusto árbol, hasta que al día siguiente mis compañeros de piso me dijeron que menos mal que estaban allí para agarrarme, porque me estaba apoyando en un triste arbustillo y entre que estaba vomitando y que no era capaz de mantener el equilibrio, habría acabado cayendo sobre mis propios fluidos.

3. En la casa de la sierra de una amiga de ÉL. Es la más bochornosa que me he agarrado. El caso es que la chica nos invitó a su casa de la sierra y allí estaban más amigos suyos, entre ellos los 2 culpables de mi situación. 2 tipos que en todas las fiestas se empeñan en emborrachar a alguien con juegos de estos de beber (kinito). Todo el mundo, incluyendo ÉL, lo sabían, pero nadie me advirtió, así que aquella noche fui yo el pardillo de turno. Bebí mucho y luego nos acostamos, a nosotros que éramos la única pareja, nos había dejado la cama de sus padres. Pues nada, yo acabé vomitando en la cama de los padres y Él cuidándome y tratando de limpiarlo todo. Pobre, la que le tocó. Lo que no entiendo es por qué la chica ésta no nos ha vuelto a invitar nunca más. XD

4. "Celebrando" el divorcio de mis padres, mi ruptura con ÉL, mi salida del armario con mi madre y la nueva relación de ÉL.
Esta es la más gorda que me he pillado y la única en la que yo iba decidido a pillármela. Mis padres tenían dos pisos pegados: el de toda la vida y otro que compraron para mí cuando los vecinos se fueron. Pues en este piso, el día después de decirle a mi madre que soy gay, invité a mis amigos a una cena. Realmente necesitaba echar unas risas con ellos y olvidarme un poco de los problemas que eran varios: Lo había dejado hacía poco con ÉL. Mis padres me llamaron para decirme que se divorciaban. Cuando le llamé a ÉL para contárselo me dijo que estaba empezando con otro tío. Y para rematar, acababa de salir del armario con mi familia.

A la cita acudieron LA y su novio (ahora marido) NX, mi amigo gay M y mi amiga mariliendre N. La cena fue muy animada, luego recuerdo que empezamos a jugar a la herencia de tía Ágata mientras bebíamos y luego recuerdo que desperté sin camiseta y lleno de moratones en mi cama. Lo que pasó entre medias lo sé porque me lo contaron mis amigos al día siguiente. Debió ser muy gorda, porque aquel domingo (que encima yo tenía que volver en autobús hasta Madrid) me llamaron todos ellos para ver si seguía vivo.
Por lo visto yo bebí y bebí. Llegó un punto en el que dicen que se me desató toda la pluma que jamás pensé que tenía y que mezclé la exaltación de la amistad con un toque a lo Nati Abascal (Te quiero a tí, le quiero a él, os quiero a tooooodos) y finalmente y como es común en mis borracheras, acabé vomitando, manchándome la camiseta. Y aquí comenzó el lío, que me pudo costar la vida, ya que mis amigos tampoco andaban muy finos.

Empezaron a registrar el piso en busca de una fregona para limpiar, pero como en ese piso apenas hacemos vida, no hay nada de nada, por lo que N decidió ir a su casa a por una, ya que vive a 3 ó 4 manzanas. Durante la cena se había quitado los zapatos, porque los tacones la estaban matando y llevaba puestas unas zapatillas mías de estar por casa (talla 47) y se fue hasta su casa con ellas puestas. De regreso borracha, con una fregona y su cubo en la mano y unas zapatillas del 47, se cayó al suelo al tiempo que pasaba una patrulla de la policía local y claro, a las 4 de la mañana en un pueblo medianamente tranquilo, no es normal encontrarse a alguien de esa guisa, por lo que pensaron que se había escapado de algún centro.

N avisó a NX (que como conducía era el único que no había bebido) para que bajase a hablar con los polis y aclarase la situación. M me había quitado la camiseta y la estaba tratando de limpiar en el baño, mientras yo me había quedado en el salón con LA, que después de mí era la que peor iba. Yo estaba muy mareado y a LA no se le ocurrió otra cosa que abrir la ventana y decirme que me asomara para tomar el aire. Al asomarme, el peso me venció y estuve a punto de caerme por la ventana.

La suerte fue que en ese momento volvía NX de rescatar a N y fue lo bastante rápido como para llegar de la puerta a la ventana y tirar de mí hacia dentro del piso, por lo que al final no me caí hacia fuera pero sí hacia dentro, dándome un golpe en la cabeza, que unido al alcohol me dejó K.O. definitivamente.

Entre todos decidieron llevarme en volandas hasta la cama, lo que debido a mi complexión no debió resultar nada fácil. Por el camino me debieron ir golpeando contra todo lo que se encontraban, a juzgar por los moratones del día siguiente. Finalmente fueron capaces de depositarme sobre la cama y se quedaron conmigo hasta que dí signos evidentes de vida y ya me dejaron dormir tranquilo. Después de esto hemos hablado un montón de veces sobre el tema y dicen que esa noche se rieron como nunca. Tardaron 3 horas en llevarme del salón a la cama (unos 15 metros) porque cada dos pasos se empezaban a descojonar de la situación. Por lo menos yo me olvidé de todo y ellos pasaron un buen rato a mi costa. No estuvo mal la noche.

Y hasta aquí el capítulo de mis borracheras. ¿Créeis que debería preocuparme por mi problema con el alcohol? Ó ¿4 de estas en 28 años es una proporción aceptable? La verdad es que como ya apenas salgo, ahora mismo me imagino que no toleraría ni un dedal de alcohol. Lo que sí tengo claro es que después de leer esto no me vais a invitar a ninguna fiesta en vuestra casa.

5 comentarios:

  1. Hola Bitxin, te queremos!!

    Tampoco es que hayan sido muchas, de este estilo, 4, no está mal, yo me recuerdo, a lo sumo, tres, que al tener mayor de edad me da un coeficiente de alcoholismo mucho menor, jajajaja

    El caso es que si que las que has contado han sido grandes y gordas. A mi nunca me han metido en cama, una vez me acompañaron hasta casa, pero porque se pusieron pesadísimos, al final les dije que los últimos metros los quería hacer yo tranquilo para tomar un poco el aire, y es que siempre siempre he sido consciente de todas las que he pillado, ni que decir tiene, que mi estómago de princesita no ha admitido bromas en ninguna y ha respondido siempre con alguna que otra vomitona importante, eso si, totalmente controladas o provocadas.

    Bicos Ricos

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  2. ¿Hola Bitxin, te queremos! si
    y te invitaremos a casa que como igual que tu ya ni salgo ni bebo tenemos un bar que alguien tiene que usar jajaja

    pues me he reido un montón con tus borracheras... yo normalmente paro en cuando me siento lo suficientemente contentillo.

    Es que tuve dos borracheras muy malas... y escarmenté... en una de ellas me desperté por la luz del sol en una acera de la calle central de la isla de IOS en Grecia teniendo el último recuerdo de estar bebiendo unos chupitos con unas chicas de Israel que celebraban su final del servicio militar... y no recuerdo nada más... (eso si llevaba toda mi ropa puesta y no me faltaba nada, que ni me violaron ni me robaron vamos)
    del susto aquel decidí no emborracharme así de por vida...

    ¿Otra copa?

    Besos

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  3. Hola Bitxin, te queremos!!

    No salgo mucho, y no bebo mucho tampoco, aunque 2 borracheras fuertes las pillé, sobre todo una, que jugamos al duro, creo que es, y como tengo poca maña, me tocó beber y beber, y acabé vomitando en la calle. Nunca más

    Besazos!!

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  4. Pimpf, yo también debo tener estómago de princesita (debe ser lo único de princesita que tengo), porque siempre acabo como dice mi amigo M, echando lo que me sobra.


    Adrianos, yo creo que con la última ya escarmenté, vermos a ver. Por si acaso, no me propongas que haga uso de tu mueble bar...

    Davichini, realmente lo de los juegos de beber tiene mucho peligro y te lo digo yo que he jugado a muchos y normalmente era de los que iban a por el pardillo de turno, hasta que me tocó a mi ser el pardillo, jejeje

    Besoss a todos y gracias a todos por quererme!!!

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  5. Hola Bitxin, te queremos!!

    Ya te queríamos antes, eh, jajaja. Me encanta la última borrachera, en la que tus amigos se inventaron toda la milonga para que tú no fueras consciente de que, en realidad, te caiste por la ventana y de ahí tus magulladuras (menos mal que te salvó ese naranjo que hay bajo la ventana).

    En fín, que yo no soy nadie para decir nada, tengo dos noches completamente olvidadas debido a la sidra de las que sólo recuerdo estar subido en una tarima bailando "como los gorilas" con una tipa que tardé años en saber quién era. Y como he dicho, eran dos noches, pero fueron seguidas (era en verano) y ni siquiera sé en cuál de las dos fue el momento gorilero. Además tiendo a olvidarme de episodios nocturnos con frecuencia. Así voy, que de tarde en tarde me entero que me morreé con cualquiera que me habló más de cinco minutos (porque soy asexual pero a lo que se ve, besar beso mucho)

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