Érase una obra de teatro

Como ya adelanté ayer, el domingo fui al teatro, pero eso merecía una entrada a parte, así que aquí está.

La obra que fui a ver lleva por título "Tú a Boston y yo a tomar por culo" y no pasará a la historia como una de las grandes, pero para pasar una tarde de domingo, olvidándome del dolor de barriga que tenía, pues sí está bien.

Pero vamos a empezar por el principio. Las entradas las conseguí vía http://www.atrapalo.com/ y con un buen servicio, como siempre y con su descuento correspondiente, aunque como pudimos comprobar en el propio teatro, no había otra forma de comprar las entradas, así que tengo que decir que lo del descuento es puro marketing.

El teatro en el que se representa se llama Nudo y es el típico teatro alternativo de barrio bohemio, en este caso Malasaña. En el mismo local vendían unas camisetas de asociaciones cuya existencia desconocía y había una exposición de fotografía, vamos lo que se dice un local multiusos.

La sala la podríamos definir como acogedora. Vamos que era un espacio diáfano con unas 20 localidades en total, todas en el mismo suelo que servía de escenario, repartidas en una primera fila con 10 sillas plegables y una segunda fila con 10 taburetes altos, como de barra de bar.

El público asistente creo que fuimos 8 personas. Un grupo de 4 personas, 2 chicos y 2 chicas que creo que eran 2 parejas, pero no tengo muy claro quién era pareja de quién. Me inclino a pensar que eran dos parejas homo.

Por otro lado, había un señor ya entrado en años que debía ser conocido del lugar, porque ya estaba en la sala cuando nos hicieron pasar al resto. La verdad es que el hombre me dió la sesión, porque me tocó al lado, aunque con una silla de separación. Es de los típicos que se ríe por encima de todos o a destiempo, comenta en voz alta las escenas, con lo que desconcentra a los actores e incluso le dió un ataque de asma-tos-ahogamiento en flemas, que la verdad el pobre no tiene la culpa, pero ya me veía teniéndole que hacer el boca a boca. Puaj!!!

También había un VIP en el lugar, aunque por más que lo he buscado, no he dado con su nombre. El único dato que os puedo dar es que es el típico actor secundario de película o serie española. Yo principalmente lo recuerdo por hacer del padre de uno de los gays en mi serie favorita: "Aquí no hay quien viva". En esa serie era un gay que además actuaba como travesti, haciéndose llamar Delito y estando acompañado por Pecaminosa.

Completábamos el aforo ÉL y yo, que como habíamos leído en los comentarios de atrápalo que las sillas altas eran incómodas, nos pusimos en las bajas, esto es en primera fila y fuimos los únicos que lo hicimos además del viejo de la asfixia, así que teniendo en cuenta el tamaño de la sala, se puede decir que nos lo representaron para nosotros.

Sobre los intérpretes que intervienen, encontramos a dos actores y a un cantante-guitarrista que canta una canción al principio y al final de la obra. Todos ellos lo resuelven con solvencia, como se suele decir.

El argumento de la historia, un gay que busca compañero de piso y encuentra un hetero dispuesto a pagar el alquiler. A partir de ahí, se dan entre ellos enredos de situaciones y sentimientos hasta el final que, obviamente no voy a desvelar. En resúmen, poco más de una hora de sonrisas, risas y alguna carcajada.

Completaban el personal del local la taquillera y un técnico de iluminación y sonido. Y una cosa que me pareció curiosa, aunque no tenía nada que ver con la obra. Las entradas eran cartas de una baraja de póker, así que si os queréis ahorrar unos eurillos, podéis llevaros una de casa, que sería mala suerte que estuviese repetida, jejeje.

Dos sillas plegables y una caja de cartón son la única escenografía utilizada en la obra y hay que ver lo que dan de sí estos artículos tan sencillos.

Y la última cosa, y para que veáis que no le doy mucha importancia a la hora de ir al teatro, lo dejo para el final. Los actores no son los que aparecen en el cartel y el cantante estaba bueno, pero es que el actor que hace de hetero estaba tremendísimamente bueno. Lástima que ÉL no me dejó pasar a saludarle al camerino, jejeje.