Hoy toca una nueva entrega de la guía de supervivencia para maricas descarriadas, en este caso, toca hablar del cruising, en concreto del que se practica en aseos públicos.
El cruising o cancaneo dicho así a lo patrio, lo podemos definir como los encuentros sexuales con desconocidos en lugares públicos que no están en principio destinados a ello.
Estos lugares, fundamentalmente suelen ser aseos públicos, playas, áreas de descanso, aparcamientos, parques o descampados.
Antaño se editaba (y gracias a Mocho he descubierto que se sigue haciendo) la guía Spartacus, que poco tiene que ver con la serie de gladiadores. En esta guía se incluyen todo tipo de lugares de ambiente, entre los que se incluyen los sitios donde podemos encontrar cruising a lo largo y ancho de todo nuestro planeta.
Que te vas a ver en vivo el próximo festival de Eurovisión a Azerbaiyán, pues con el cepillo de dientes y la guía spartacus debajo del brazo, no necesitarías más equipaje para tener alguna aventura que contar a la vuelta.
Como digo, esto funcionaba en la era pre-internet, porque con la tecnología actual, puedes ver algún mapa de cruising del país, incluso verlo como si estuvieses allí con el street-view de los señores de google. Y gracias a páginas como Gaydar y aplicaciones tipo Grindr puedes llevarte ya el ligue buscado desde aquí.
Son las ventajas de la era 2.0, aunque yo eso de llevar el ligue buscado desde casa, no lo denominaría cruising.
Pero bueno, vamos a meternos ya en harina, empezando por los aseos públicos. Estos aseos suelen pertenecer a estaciones, centros comerciales, áreas de descanso, museos, ...
Incluso puede que hayas estado en alguno de ellos y no te hayas dado cuenta, que hay mucho despistado por el mundo.
Sin ir más lejos, yo la primera vez que estuve en uno, no fui a propósito, sino que me encontré allí con la sorpresa.
Hay varios indicios que te pueden hacer sospechar que te encuentras en un aseo donde se practica el cruising. Si llegas y hay varios urinarios ocupados, pero en ninguno se oye el ruido del líquido cayendo, ahí hay tema. Si llegas y hay gente esperando aunque haya urinarios y/o cabinas disponibles, ahí hay tema. Si llegas y los urinarios ocupados están todos juntos, quedando también todos los urinarios vacíos juntos, ahí hay tema. Si al entrar parece como cuando en el juego de las sillas se acaba de parar la música, tratando cada uno de encontrar un hueco en el que ponerse, ahí hay tema y además acabas de interrumpir alguna maniobra colectiva. Si de alguna cabina provienen los sonidos típicos del fragor del encuentro sexual, ahí hay tema y en concreto algunos se lo están pasando muy bien. Lo mismo que si la cabina es de las que no llega la puerta hasta el suelo y ves asomar dos pares de zapatillas.
Una vez descubierto o confirmado que es un aseo en el que se practica cruising, toca sumarse a la juerga. Para ello, lo primero es inspeccionar a los parroquianos. Si te mola alguno de los que están en los urinarios, hay que ponerse en el de al lado, siempre que esté libre, por supuesto. En caso de que esté ocupado, podemos esperar a que el pesado se quite de la posición que queremos ocupar o podemos optar por meternos en alguna cabina que esté libre, no sin antes hacerle saber al hombre objeto que nos interesa, dejando la puerta abierta para que pueda unirse a la fiesta privada.
En los urinarios lo más que se suele hacer es mirar la mercancía antes de comprarla, comparar tamaños por aquello del ego masculino y algún tocamiento inicial o hasta pajeo completo ya sea a uno mismo o a algún vecino de urinario.
También hay lugares u ocasiones, que del toqueteo disimulado al compañero de al lado se pasa a algo más grupal y ya la gente se olvida hasta de que es un baño público y no un cuarto oscuro. En estos casos conviene no perder de vista la puerta, vaya a ser que entre algún despistado, algún segurata o algún padre con su hijo/a y no es plan de que se encuentren ese pastel.
En las cabinas todo es más íntimo. Siempre que uno quiera, claro. Porque luego te encuentras con algunos que se dejan la puerta abierta para que puedas contemplar todo el espectáculo.
Lo normal es pasar a las cabinas tras el acercamiento inicial en los urinarios, pero hay quien prefiere meterse directamente en la cabina, dejar la puerta abierta e invitar a pasar al que se asome, si es de su agrado.
Y hasta aquí el tema de hoy, porque sólo me faltaría poner el listado de sitios, pero eso mejor dejo que lo investiguéis. Supongo que a algunos les tire para atrás esto de montárselo en un baño público, porque la verdad es que normalmente las condiciones higiénico-sanitarias no invitan a ello, pero también conozco casos que es oler uno de estos sitios (que casi todos huelen parecido) y tener una erección.
Y ahora vamos con los consejos de rigor, esta vez a parte del obligado de recordar la importancia del sexo seguro y más en este tipo de lugares, también toca recordar que no deja de ser un lugar público, por lo que no todo el que esté allí va buscando lo mismo, así que conviene asegurarse muy bien antes de lanzarse al pajarillo ajeno. Y por supuesto tiene que primar el respeto por las personas que puedan entrar, que no tienen por qué presenciar este tipo de cosas, así que discrección.
No me pone mucho el cruising aunque lo he hecho, me va más lo espontáneo.
ResponderEliminarBesos.
Christian, más espontáneo que el cruising no creo que haya muchas cosas. A mi me moló cuando llegué a esta ciudad, por la cantidad de posibilidades para esto que tiene, pero me duró poco la afición.
ResponderEliminarUn beso!!
pues mira que si he notado alguna que otra "actividad" en baños publicos pero no a los extremos que describes... que solo he visto viejecitos con mirada insistente e incomoda...
ResponderEliminarhabré estado en los sitios equivocados o en la hora menos indicada jajaja
besos
Si, a mi se me hace como ciertamente asquerosito meterme en un baño publico y ale que te pego, jajaja, prefiero algo más normalito.
ResponderEliminarUn beso
Adrianos, los viejecitos con la excusa de la próstata, son los que se pasan más tiempo allí, hasta pasar a formar parte del mobiliario.
ResponderEliminarKotei, los hay que están más asquerosos y los hay que se podría comer en el suelo (los menos), pero cada uno decide lo que hace, con quien y donde.
Besos a los dos!!
Jojojo, lo leí en su día, y me quedé sin comentarlo, vaya, pues, yo tengo que decir que nunca he practicado sexo en los baños, y mira que he practicado sexo en sitios, vamos que yo soy más de campo, como las amapolas. El caso es que a mi lo de los baños no me gusta por eso, que hay gente que va allí y no tiene pq ver nada que no se deba ver en un baño, y sobre todo por los niños... bueno, quizá en algún baño de algún garito... eso puede ser.
ResponderEliminarBicos Ricos
Pimpf, a mi también me tira más el aire libre, pero como se suele decir, en esta vida hay que probar de todo..., así que ya sabes.
ResponderEliminarUn beso!!
yo de verdad pruebo todo y necesito mucho sexo y para tener mucho aguante uso este producto que es genial potenciador sexual natural
ResponderEliminaryo de verdad pruebo todo y necesito mucho sexo y para tener mucho aguante uso este producto que es genial potenciador sexual natural
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