lunes, 24 de octubre de 2011

Érase un diario de a bordo: Viernes 14 de octubre

Son casi las 11 de la mañana y me acabo de levantar. Parece que esta va a ser la hora a la que lo haga todos estos días.

Las pozas de aguas termales siguen vacías:
La verdad es que el entorno durante el día decepciona mucho. Parece más un vertedero, hay restos por todas partes. Hay que ver lo guarros que somos los humanos.

Acabo de desayunar aquí y me pongo en camino de nuevo a las calas.

Por el camino he recibido un SMS de casiEL diciéndome que se viene, que le pase a recoger esta noche a las 23:30 en la parada de Mazarrón. Lo habíamos hablado antes de yo venirme, pero la verdad es que no pensaba que se fuese a pegar la paliza del viaje.

Son las 14:30 y me he vuelto a la furgo a comer otra ensalada, que como es parecida a la de ayer, hoy no le saco foto. La mañana en la playa la he dedicado a hacer snorkel. He visto montones de peces de todos los tamaños en fondos arenosos, de algas y de rocas. También he visto un pulpo. Es la primera vez que veo uno en su hábitat.

Por la tarde vuelvo a hacer lo mismo que ayer: lectura, bañitos y paseos para secarme. En uno de esos paseos, me alejo más de la cuenta en busca de la cobertura perdida, para tratar de hablar con casiÉL y en mis movimientos de aquí sí, aquí no, vuelvo un poco más para atrás, me subo a esta roca... la verdad es que yo no me había dado ni cuenta, pero me estaba siguiendo un jovencito sudamericano que se ha pensado que quería tema con él. Lo siento, el tío no estaba mal, pero yo estoy asexual.

Son las 18:30 y ha salido viento del levante y unas nubes amenazadoras, así que toca irse de allí. Vuelvo a la civilización, para conocer los pueblos de los alrededores, aunque sea desde la furgo, dando una vuelta. Veo un chino y paro para comprar alguna cosa que necesitaba. Lo más importante para mí, un cortauñas, jejeje.

Son las 22:00 ya es de noche y para hacer tiempo me pongo a ver la tele. Está el sálvame deluxe con la Obregón. De todo lo que dice, aunque no sé cuánta parte será verdad y cuanta mentira, parece que ha tenido una vida muy interesante.

Se me ha pasado el tiempo volando y me tengo que ir a por casiEL al pueblo de al lado, así que me pongo en marcha.

Me incorporo a la autovía justo cuando el que supongo que debe ser su autobús está pasando por ella, eso sí que es sincronización. Sigo todo el rato al autobús hasta su parada, menos mal, así no me pierdo.
Tengo muchas ganas de verle. El autobús se echa a un lado y yo detrás. Se abre la puerta y sólo se baja CasiÉL. Nos besamos y me dice que tiene ganas de bañarse en las termas por la noche, así que para allá que vamos.

Por el camino va bien pendiente del reloj y en el momento justo en que marca las 00:00 me felicita, porque ya es el día de mi cumpleaños.

Llegamos por fin a las pozas y hay un par de coches, uno de ellos justo en el sitio que me gusta a mí para dormir, así que me paro alejado de ellos y así aprovechamos para cenar, en lo que se marchan.

Hoy cenamos unas patatas bravas de esas que se venden para microondas, con las salsas y todo. Las hacemos en la sartén pero el resultado no es demasiado satisfactorio. Tengo que ponerle un microondas a la furgo. También tengo canelones que me hizo mi madre en el finde anterior que estuve allí. Estos están mucho mejor.

Antes de cenar me ha dado mi regalo de cumpleaños. Una sudadera de Cállate la Boca con el dibujo de una furgoneta. Me ha gustado mucho.

Nada más cenar, casiÉL se ha quedado dormido, mientras yo aprovecho para fregar y sigo viendo a la Obregón contar sus miserias.

Por fin se van el coche que ocupaba mi hueco, así que lo despierto para mover la furgo, porque está en el piso de arriba y necesito bajar el techo.

Aparco bien y me desnudo para ir al agua. Él me dice que no se viene, que ya se le han pasado las ganas y yo me voy a remojar. Al final se lo piensa mejor y aparece por allí. Nos liamos un poco, aunque yo no estoy muy por la labor.

Le agradezco el detalle de pegarse el viaje, según él para que no pasase sólo el día de mi cumpleaños. Cuando llegaba la hora de vernos, tenía un montón de ganas, pero ahora que ya está aquí, parece que las cosas vuelven a estar como siempre. En plan seta total.

Él me lo nota y hablamos del tema, pero sin llegar a ninguna conclusión. Ya le digo que el primero que no sabe ni lo que quiere soy yo, y hasta que no me aclare...

Acabamos nuestro baño y a dormir, que ya son las 3.

3 comentarios:

  1. Solo por la forma en la que lo cuentas ya se ve la desgana, parece un parte militar... vamos que si hubiese ido a verte un amigo de la infancia o de tu barrio te habria dado más alegria y seguro que os lo hubieseis pasado mejor.

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  2. Pues chico, que poco desprendido eres, o quieres o no quieres, querer cuando no se tiene y cuando no se tiene no querer es lo peor, eso así como un punto de vista simplista de la relación, clarostá. Sobre las vacaciones yo no sé si sería capaz de estar tanto tiempo alejado de la civilización en general... lo que a mi me gusta salir... pufff

    Bicos Ricos

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  3. Eva, bienvenida a este rincón. Y supongo que tienes razón en lo que dices.

    Un beso!!

    Pimpf, pues sí soy lo peor, pero no te creas que estoy orgulloso de ello.

    Un beso!!

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