jueves, 20 de octubre de 2011

Érase un diario de a bordo: Jueves 13 de octubre

No he dormido muy bien, supongo que por la intranquilidad de estar solito, así que al final he apurado la mañana entre las sábanas y me acabo de levantar a las 11. Lo primero que voy a hacer va a ser darme un baño, que después de toda la noche oyendo las olas, tengo ganas.

Qué gozada, el agua está estupenda y el hecho de caerse de la cama, andar 10 metros en pelotas y meterme en el mediterráneo, mejor aún.

La autocaravana ya no está, pero a cambio empiezan a llegar coches. Hay que ver cómo madrugan los jubilados extranjeros, que son los que pueblan el lugar. Me parece que voy a joder la media de edad de la playa.

Después del bañito me he tumbado un ratillo para secarme, en total he estado fuera media hora y ahora voy a desayunar.

El desayuno me ha sentado genial y una vez repuestas las energías, es un buen momento para coger la bici y hacer la ruta que preparé antes de venirme. Salgo a las 12.

Por el camino, el paisaje a veces es de auténtica postal. Lástima que el fotógrafo no esté a la altura


He seguido la ruta planeada hasta que me he topado con una montaña que me ha impedido continuar como lo había visto en la imagen desde el satélite, es lo malo, que en esas fotos no se distingue la altura. Me toca retroceder un poco y encontrar un camino para rodearla, por el método del ensayo y error.

Acabo de llegar a la cala que yo había pensado como final de la ruta, pero menuda decepción, pensaba que era nudista, pero sólo hay textiles. Voy a probar con la siguiente, total sólo es una cuesta arriba y abajo más.

Bingo, esta debe ser la nudista. Es mucho más pequeña que la anterior y sólo hay un matrimonio de octogenarios ingleses en pelotas. He dejado la bici apoyada en unas rocas y me he quitado la ropa, dejándola al sol para que se seque el sudor. Voy a darme un bañito, que me lo he merecido.

Después del baño, me he comido una barrita energética, mientras paseaba por la playa para secarme. Ahora me visto otra vez y vuelvo al pedaleo.

Esta vez ya me lo conozco, así que voy sin mirar el GPS, pero el cansancio se nota y el sol aprieta ya bien, así que me está costando un poco más que a la ida.

Son las 15:00 y acabo de regresar al campamento base, 34 kilómetros después. Lo primero que pienso hacer en cuanto ate la bici al árbol va a ser despelotarme y volverme a dar otro chapuzón reconstituyente.

Ahora voy a comer, esta vez una ensalada césar de esas que vienen ya con todo preparado.

Son las 16:00 y lo único que pienso hacer esta tarde es estar sentado en la playa leyendo y darme bañitos ocasionales y paseos para secarme.

Paso a describir la fauna que pulula por el entorno: 4 parejas de jubilados guiris (desconozco sus países de origen), 2 maduritos de poco buen ver cada uno por su lado, un moro con un rabaco impresionante y que ha tratado de tener tema conmigo en uno de mis paseos por los alrededores (con ese rabazo ni de coña, ¡¡qué miedo!!) una pareja de gays maduritos que a su vez andan buscando más compañeros de juego, una pareja hetero de mi edad con un perro (el tío está muy bueno) y un ciclista que ha llegado y se ha despelotado como hice yo esta mañana y que también está muy bueno, pero le falta de rabo lo que le sobra al otro.

Ha pasado la tarde mientras yo he estado enfrascado en mi lectura. Es un libro gay erótico (Cruising, de Frank García) que me compré la tarde antes de venirme en Berkana. Me daba miedo que se me emocionase la cosa con el relato, estando en pelotas en la playa, pero se ha comportado.

Son las 18:30 y hay movimiento en la playa. Los que llevan todo el día (por cierto, todos nudistas) se están marchando y empiezan a llegar hombres sólos que se adentran vestidos por los caminos de los alrededores.

Estos vienen a lo que vienen, además la media de edad sigue siendo muy alta, así que yo también me voy a marchar, que llevo 24 horas aquí.

Son las 19:00 y llego a mi nueva morada, unas pozas termales al aire libre. Aparco, me vuelvo a despelotar y voy para ellas. Supongo que no habrá nadie, por el calor que ha hecho durante el día. Meec!! Error, hay otro moro en el agua. Está bueno, pero lleva bañador. Este me parece que no es del gremio.

Hablamos un buen rato sobre el tiempo, la crisis, el nuevo rey de Marruecos (¿?)... la verdad es que es un tío majete y, a pesar de que no domina mucho nuestro idioma, le pone ganas y se agradece. Estoy mucho rato esperando a que se vaya y no se le ve por la labor. No quiero darle pistas de que me voy a quedar a dormir allí yo solo. No tengo ni un sólo motivo para desconfiar de él, más bien todo lo contrario, pero me pueden los prejuicios.

Al final me estoy arrugando como una pasa y hace tiempo que ha anochecido, así que me despido, salgo del agua y me pongo a montar el chiringuito para pasar la noche.

Veo que mi nuevo amigo viene hacia mí con algo en la mano, me acojono. Falsa alarma, me ha regalado unos limones. Yo no quería, pero se ha empeñado en que los aceptara. He pensado rápidamente si tenía algo con lo que corresponderle, pero la verdad es que no se me ha ocurrido nada, así que se ha despedido y se ha marchado con su coche.

Son las 21:00 y ya estoy sólo en el lugar. Ronda de llamadas ahora que he recuperado la cobertura, primero a casiEL y luego a mi madre. Y ahora voy a prepararme la cena.

Ceno y pongo por escrito esto, mientras veo la gala de Acorralados. Es la ventaja de este sitio, que tiene cobertura de teléfono y TDT. Esta gala es más larga que un día sin pan.

Son las 2:00 y por fin ha acabado la gala. Ya he perdido la relación con el exterior de la furgo. He oído que llegaban y se iban coches, pero no sé si hay alguien en el agua. En cualquier caso, yo voy a darme mi bañito nocturno, que ya es un ritual cada vez que vengo a algún sitio de estos.

El baño me ha sentado genial y he tenido todas las pozas para mí solito. Ahora tengo mucho sueño, así que hasta aquí el día de hoy. Buenas noches.

2 comentarios:

  1. Anda, te iba a decir que un día largo... como todos... 24 horas, jejeje. Me has sorprendido con el Dalki de fresa, que a mi me encanta, por cierto, jajaja. Y se me nubla un poco la vista con esa sensación de "envidia" y luego he pensado en lo multicultural que soy yo, jajajaja. Chuchi, los moros, todos son del gremio... me lo dijo una vez un morito, jajaja

    Bicos ricos

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  2. Pimpf, la verdad es que de niño me encantaba el Dalki de fresa y cuando estaba haciendo la compra lo ví en la estantería y se fue al carro, pero hacía muuuucho que no los comía.
    Sobre lo de los moros, no puedo opinar, porque no me he tirado a ninguno y yo soy de comprobar las cosas por mí mismo.
    Además casi todos los que me he encontrado por el ambiente alante, tenían mucha pinta de chaperos y todavía no estamos como para tener que pagar.

    Un beso!!

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