viernes, 12 de agosto de 2011

Érase un nominado

Mañana es un día importante. Mañana vence el plazo que nos dimos en nuestra pausa sentimental para decidir si tiramos p'alante o por la borda nuestra relación.
La verdad es que la última palabra la tiene él, porque yo lo tengo claro. Me siento como los nominados de cualquier reality de la tele, esperando a que llegue la gala semanal, para conocer la decisión del público.

En borradores tengo dos cartas escritas, para cada uno de los finales posibles. No sé si las publicaré por aquí, si se las enviaré a él, si haré las dos cosas o ninguna de ellas.

Tengo claro que una se quedará ahí para siempre (o hasta que blogger lo permita) para recordarme lo que pudo haber pasado y no pasó. Lo que no sé es cuál de las dos será.

Hace ya tiempo que le dije que si quería podía leer mi blog, porque total, tampoco tengo nada que ocultar. Si en su día le pedí que no me leyera, era porque pretendía utilizar esto para desahogarme, pero precisamente, si cuento por aquí mis pensamientos más profundos, quien mejor que él para leerlos.

El caso es que no sé si se pasa por aquí o si pasa de esto o si pasa de mí, ya que llevamos unos días sin hablar, meditando la decisión final. Por si se deja caer por esta página, no quiero poner nada que le pueda influenciar, así que mejor dejo de escribir ya.

Como en los mejores culebrones: Mañana el desenlace final.

3 comentarios:

  1. Chuchi, pues porque yo he estado liadísimo disfrutando de mis merecidas vacaciones y no había leído el post hasta hoy, pero vamos, una jodienda que a estas alturas y una semana después no conozcamos nada del veredicto, eso puede significar dos cosas, la primera que lo hayais dejado y te haya dado un bajón tal que no te apetece ni escribir, y la segunda, que espero así sea, que os hayais decidido a volver y estéis dándoos el gran homenaje sin apenas salir de la cama....

    Bicos Ricos

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  2. Uffffffff! ¿en qué ha quedado la cosa, guapo?
    Espero que te encuentres bien.

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