lunes, 18 de abril de 2011

Érase la primera escapada del año

Este fin de semana hemos hecho la primera salida del año con la casa con ruedas.

El destino elegido ha sido el pantano Gabriel y Galán en el norte de la provincia de Cáceres, en concreto, a las puertas del pueblo de Granadilla. Y allí que llegamos el viernes por la tarde poco antes de que empezara a anochecer.

El objetivo del viaje era pasar un fin de semana de descanso en el campo, alejados de la civilización y sólo para nosotros dos. Y se ha cumplido casi del todo. Ha faltado estar un poco más alejados de la civilización, porque hemos tenido bastante compañía de pescadores, creo que furtivos, porque según había leído por internet, hasta mayo está prohibido pescar allí.

En concreto, el sábado se puso bastante cerca de nosotros un matrimonio que debía entender de pesca lo mismo que yo (uséase nada) porque se tiraron todo el día con la música a tope y no creo que eso haga que los peces se acerquen. Yo desde mi desconocimiento de la materia, me atrevería a decir que más bien lo contrario. Pero nada, que ellos estuvieron allí todo el día primero con Maná y para la hora de la siesta con Camela a todo trapo. Lo primero pase, porque Maná me gustan, pero estar en mitad de la naturaleza con Camela a toda pastilla pudo con nuestros nervios y decidimos que era un buen momento para salir a palear un rato con el kayak.

La rutilla con el kayak fue toda una aventura. Todo iba bien, habíamos bordeado toda la península en la que está el pueblo de Granadilla y habíamos llegado hasta una isla que hay en medio del pantano y en la que ÉL había desembarcado para explorar, mientras yo seguía sus pasos desde el kayak, hasta que un PSSSSSSSSSSS me alertó de que algo no iba bien.

Llegué hasta la orilla de la isla yo también y comprobé que efectivamente el kayak hinchable estaba perdiendo aire en una de las cámaras principales. Afortunadamente son 3 cámaras independientes y sólo 1 perdía aire, pero en ese momento no lo sabíamos, así que tocó volver a embarcar a todo correr y dirigirnos a tierra firme lo más rápido posible y lo más cerca posible del lugar de origen.

Al final conseguimos llegar al otro lado de la península de Granadilla del que habíamos salido, pero ya estaba entrando bastante agua y no era plan de tratar de bordearla, así que allí desembarcamos. Me tocó patear hasta la furgoneta, acondicionarla un poco para poder moverla y volver con ella hasta donde se habían quedado ÉL y el kayak. Al final el paseo en kayak fue una aventurilla de 5 kilómetros, pero con final feliz, sin tener que llegar a poner a prueba los chalecos salvavidas que siempre llevamos.
Anque todavía no lo he comprobado, creo que no fue un pinchazo. Me dejé el manómetro olvidado en casa, por lo que no pude medir la presión y la inflé un poco a ojo y creo que me pasé. Además la dejamos un ratillo al sol en la isla, así que terminó por sobrehincharse hasta que el aire encontró salida por algún sitio. Espero que no sea nada que un parche no pueda arreglar. Una vez pasado el susto, el finde siguió su curso normal.

Hay dos cosas que sólo hacemos cuando salimos de excursión con la casa con ruedas: leer y jugar a las cartas, pero no con las barajas típicas española o de póker, sino a juegos más o menos frikis de cartas. Lo aclaro porque yo estos juegos no los conocía (es lo que tiene que ÉL sea un friki) y he encontrado unos cuantos que me gustan (sobre todo uno que se llama Ciudadelas). En concreto en este viaje hemos probado dos nuevos y los dos nos han gustado: El pictureka (igual algo simplón para mi gusto) y el Monopoli (afortunadamente mucho más breve que la versión de tablero). Encima los pillamos de casualidad porque estaban a 2x1 en el toysarás (que ahora mismo no sé como se escribe).

El domingo, afortunadamente cuando ya habíamos desayunado y teníamos casi todo preparado para marcharnos, llegaron irrumpieron 3 ó 4 coches de familias, amigas entre ellas, que con todos los recovecos que tiene el pantano, decidieron que el mejor sitio para pasar su jornada de domingueros era alrededor de nuestra furgoneta, así que en cuestión de segundos nos vimos rodeados, por lo que decidimos salir de allí, antes de que montaran todo el tinglado de mesas y sillas que traían preparado. Y así llegamos a Madrid a primera hora de la tarde, un poco antes de lo previsto.

No ha estado mal el viaje y la verdad es que nos hacía falta dedicarnos un finde para nosotros solos. Ahora toca decidir a dónde ponemos rumbo en los próximos puentes de Semana Santa y del 2 de mayo. Si es que el tiempo nos lo permite, que parece que no está muy por la labor.

5 comentarios:

  1. Ay, que envidia, ese sitio, Granadilla lo tenemos apuntado por ahí en una agenda de sitios por ver, que creo hay un pueblecillo abandonado no??

    Me están entrando ganas de comprar una furgo, pese a que tengas que aguantar a los domingueros de turno, yo cuando los veo por la playa, les escapo....

    bicos Ricos

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  2. Sí, Granadilla es un pueblo abandonado en el que hay un programa de recuperación, como si fuera un pueblo escuela-taller. Yo estuve una semana con el instituto hace un montón de años.

    Siguen en pie la torre, la muralla medieval, la iglesia, el ayuntamiento y algunas casas que han ido recuperando. Se puede visitar sólo durante unas horas al día, aunque se ve muy rápido. Lo malo es un tramo de la carretera para llegar hasta allí.

    El pueblo se quedó abandonado cuando hicieron el pantano, no porque se fuese a inundar, porque está en un alto, sino porque el pantano se tragó las tierras de cultivo de las que vivían sus habitantes.

    Si tienes oportunidad de visitarlo, no lo dudes y mi furgo tiene 4 plazas, tanto para viajar como para dormir, así que ya sabes.

    Un beso!!

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  3. Ya, yo también ando un poco hasta los cojones de este tiempo bipolar. Esperemos que se estabilice pronto...

    Y a mí me vienen a atormentar con música de Camela y vamos, aparezco con una radial en marcha donde estén ellos jajajaja.

    Besos.

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  4. jajaja pues a asturias, patria querida! Y así os invito a tomar unas sidrinas, jajajajaja

    Lo digo de broma pero no del todo, eh, la invitación queda ahí para quien quiera recoger el guante.

    Oye, que vaya gracia dejar al maromo con el kayak desangrándose y tú coger las de villadiego para ir a por la f urgoneta, eh, jajaja eso es amor! XD

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  5. Christian, ¿lo de la radial es por el ruido que hace o por usarla como arma? Nosotros nos planteamos contraatacar con nuestra música pero sería rebajarnos a su nivel y molestar todavía más al resto del entorno.

    Z, pero tú realmente dónde estás en Galicia o en Asturias, porque te veo hacer mucha más campaña a favor de nuestros vecinos comunes. Asturias igual cae en el puente de mayo, pero no es seguro.

    Y lo de dejarlo con el kayak es porque no se atreve a conducir después de una mala experiencia que me costó un espejo nuevo. Que yo me habría quedado allí tan ricamente.

    Besos para todos!!

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