miércoles, 6 de abril de 2011

Érase la llegada de la primavera

Me encanta la primavera, pero no la que conozco de Madrid, sino la bucólica de mi infancia, la que hace florecer a las plantas (se nota que tengo la suerte de no ser alérgico) y la que dicen que hasta altera la sangre.

Yo asocio la primavera con los días que se van haciendo más largos, sobretodo a partir del cambio horario y las temperaturas que van aumentando, pero sin llegar hasta los extremos del verano. Pero lo más importante es que lo asocio a un tiempo de transición GRADUAL del invierno al verano.

Así al menos es en el norte, pero en Madrid todo va más deprisa, hasta los cambios de estación. Las primaveras que he vivido aquí hasta ahora consisten en la alternancia de días de verano y días de invierno, hasta que finalmente estos últimos desaparecen.

Es un momento en el que no sabes qué ropa ponerte por la mañana, porque puedes acabar asado como un pollo o pelado de frío. Supongo que por eso se inventó el refrán de hasta el 40 de mayo no te quites el sayo, aunque no tengo muy claro qué es eso del sayo exactamente, supongo que el equivalente de nuestros días sería la cazadora de entretiempo o como lo llaman las modernas, de fondo de armario.

Y por la noche más de lo mismo, unas noches acabas sudando entre la manta y el pijama (el que lo use, que yo no) y a la noche siguiente decides quitar la manta y acabas con el catarro típico de haber dormido con el culo al aire.

Pero eso era otros años, porque parece que este año vuelve la primavera al Corte Inglés a la Comunidad de Madrid. Hay que ver el día que tuvimos ayer, de agradable solecillo y con la justa medida de calor y tiene pinta de que esto se va a mantener durante los próximos días.

Ayer estuve por el parque que hay enfrente de mi futuro hogar y parece que todo el mundo estaba preparado para recibir al buen tiempo, menos yo. Daba gusto ver a la gente (a unos más que a otros, claro) todos con sus camisetas de manga corta y/o pantalones cortos, empezando a lucir carne. Y ahí estaba yo, con mi pantalón largo, camisa de manga larga y cazadora de invierno de la moto. Todo un despropósito que habrá que corregir hoy.

Estoy deseando salir del trabajo para ir a casa a cambiar el look de trabajo por uno mucho más primaveral y largarme al Retiro a patinar tratar de mantenerme sobre unos patines y, de paso, alegrarme un rato la vista. Espero que no demasiado, que ya me pasó una vez que por quedarme embobado mirando el culo de un tío, metí el patín en una alcantarilla y acabé besando el suelo.

Y es que si yo soy normalmente un poco salido, esta época del año ya es el no va más. Parece que la gente está deseando lucir palmito, ya sea para coger color (algo que a mí no me sucederá en la vida, porque como mucho paso del blanco mortecino al rojo alemán en Mallorca y vuelvo al blanco) o para demostrar lo que se lo han currado en el gimnasio (me niego a utilizar la palabra gym) durante el invierno.

En cualquier caso, me alegro que sea así, que por lo menos me entretengo a la vez que hago deporte (o lo intento). Espero no tener que escribir mañana que me he roto alguna extremidad del cuerpo. Y si alguien se apunta, que lo diga.

8 comentarios:

  1. Aquí en Barcelona, el concepto primavera también ha desaparecido, días de calor y días de frío, jajajaj. De todas formas, aunque soy de entretiempo, prefiero el otoño.

    Besazos!!

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  2. La primera vez que fui a patinar al Retiro me tiré por la cuesta que acaba en Atocha para abajo y paré pq al final había unas vallas de esas que ponen para cortar el tráfico, sino todavia sigo patinando por Despeñaperros abajo, ajaja.

    En madrid la primaver es preciosa pero dura poco, pasamos del invierno al verano sin darnos cuenta. A mi me admira la capacidad de los madrileños de adaptarse: sale el sol y como tu dices todos de manga corta, y de repente llueve y aparecen los paraguas como de la entrepierna... Esas cazadoras que tu dices de "entretiempo", pero por aqui no se usan. Aqui la gente tiene ropa de verano y como mucho si hace frio se ponen una chupa y mas camisetas... En Galicia, sin embargo, en Semana Santa se empieza uno a sacar capas y a estrenar la ropa de primavera, que la de verano aún esperaba a San juan aproximadamente...

    En fin, espero que estés bien. Bezos.

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  3. Jajajaja, yo estoy a punto de comprarme unos patines. Si no me los compré aún es porque no tengo tiempo para patinar de nuevo (patinaba hace muchos años, cuando eso no se llevaba, yo es que siempre he sido precursor, jajajaja).

    Y lo del sayo viene de la pieza que se ponen las mujeres debajo de la falda, al menos en gallego existe esa pieza y se llama saio. Y como se lleva debajo de la falda, da calorcito, y se quita en primavera. Por cierto, que en Madrid la primavera yo la he visto así, dos días de sol superagradable, al tercero, un calorcito pelín bochornoso, y a partir de ahí, si tienes suerte, llueve y refresca un poco y vuelve todo a empezar, y si no la tienes, ya el bochorno no se va y hasta octubre en que pase lo mismo pero al revés, jajaja.

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  4. davichini, el otoño también tiene su encanto, sobre todo para pasear por los bosques entre las hojas caídas, pero me quedo con la primavera.

    Thiago, yo a esa cuesta que dices ni me acerco, que además ahora en vez de vayas, abajo del todo han buesto badenes de estos de reducir la velocidad y el hostión puede ser monumental.

    Z, yo también patinaba hace muchos años, cuando sólo lo hacían las niñas, y lo retomé aquí en Madrid. Una cosa te digo, no te pienses que esto es como montar en bici, que no se olvida, porque no. Yo patinaba muy bien y ahora estoy teniendo que empezar de cero. y muchas gracias por aclararme lo del sayo.

    Besos para todos!!

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  5. Yo tengo mi cuerpo acostumbrado todavía a las primaveras de Galicia, que pueden ser lluviosas hasta el famoso 40 de mayo, o pueden sorprender y a lo mejor apareces en la playa en febrero o marzo... este abril todo el mundo está yendo... pero si, tienen eso de bueno de que a aquellos a los que nos encanta ir morenos por ahí, vamos lo más ligeros de ropa posible para lucir más, si cabe en verano.

    Bicos Ricos

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  6. Yo la primavera la asocio al olor de la hierba cortada, que me encanta. Eso hacían por mi barrio, todo lleno de jardines, y es una sensación increible.

    Yo lo de montar en patines no se, pero vamos, me apunto a un paseo si eso un día de stos, que con el buen tiempo se debe estar allí de maravilla.

    Un beso

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  7. Me he partido de la risa al leer tu post por el lugar en el que me encuentro. Aunque el granadino para ser un cachiman, como diría Z, es bastante friolero comparado conmigo que soy un tirillas, desde que hemos llegado estoy en la habitación del hostal en manga corta y él en manga larga y a veces con la colcha por encima... Sí, tengo el termostato un poco de aquella manera.

    Besos.

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  8. Pimpf, a mi no es que no me guste ir moreno, es mi piel la que se niega a adquirir ese tono. En el tiempo, Cantabria y Galicia andan bastante a la par.

    Kotei, pues a ver si sigue el buen tiempo y nos damos un paseo por el Retiro o por donde sea. Y también me gusta un montón el olor a hierba cortada, pero para olores de la naturaleza, prefiero el de un bosque con el rocío de la mañana.

    Christian, supongo que ya te habrán dicho la temperatura que está haciendo estos días por todo el norte de la península. Has elegido mal fecha para el viaje, con lo agustito que podrías estar ahora en La Concha. ÉL también tiene el termostato jodido, en verano es capaz de aparecer en manga larga y en invierno con camiseta.

    Besos para todos!! y ya veis que, de momento, he sobrevivido a los patines.

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