miércoles, 2 de noviembre de 2011

Érase un puente de Rodríguez

CasiÉL tenía este puente un viaje organizado por su empresa, pero no por cuestiones de trabajo, sino para confraternizar con los compañeros. El destino era Lanzarote y se han alojado en un hotel de esos con todo incluído.

Yo aún sabiéndolo, me había pedido el lunes de vacaciones. Mi idea era hacer alguna otra escapada en solitario con la casa con ruedas, pero finalmente decidí quedarme a mi bola en Madrid.

La verdad es que me ha venido muy bien, tanto a nivel práctico como sentimental.

A nivel práctico me ha servido para hacer un zafarrancho de limpieza, que la verdad es que ya me tocaba. He limpiado el piso, he ordenado el trastero y me he quitado de enmedio más cosas de casiÉL que todavía quedaban por aquí.

La verdad es que no he salido de casa más que un par de horas cada día para ir al Retiro a patinar. Y también estos ratos me han venido de lujo para practicar lo que me están enseñando en el curso de patinaje al que voy todos los jueves.

A nivel sentimental parece que voy saliendo de mi bachecillo personal. Me encuentro bien conmigo mismo y ahora que he encontrado la paz interior que me hacía falta, ya me veo preparado para volver a salir al mundo.

Me veo capaz de socializar, de hacer amigos e incluso creo que ya me puedo plantear retomar la relación con CasiÉL si es que quiere, que después de lo de mi cumple no se yo...

Si os digo que ahora mismo estoy solito en casa, viendo un capítulo de una serie que he visto ya unas cuantas veces, fumándome una cachimba y con un copazo en la mano, podríais pensar que la depresión se ha hecho más profunda, pero nada más lejos de la realidad. Me siento genial.

La única pega es que me ha llamado CasiÉL diciéndome que está mal, pero que no quiere verme, que prefiere superarlo él sólo como he hecho yo y una vez que estemos los dos bien, ya se verá. ¿He dicho alguna vez que estamos totalmente desincronizados?

Lo siento por él, pero voy a dejarle su espacio, que creo que es lo que necesita. Y mientras, aunque estoy aquí por si el quiere, no me cierro a ninguna posibilidad. Creo que se acabó el luto, aunque eso tampoco significa que me vaya a tirar a todo el que se me ponga por delante, como hice nada más cortar. De los errores también se aprende.

2 comentarios:

  1. Todo es coherencia, si tú lo sientes así, estará bien.

    Besazos!!

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  2. Uhmmm, bueno, lo de la cachimba y el copazo suena muy bien. Es lo que yo denomino un autobotellón como los que suelo hacer a menudo en mi habitación yo solo... y para ello, este viaje a Galicia me ha servido para recargar licor café, que no me quedaba... ya tengo surtido, espero, que hasta navidades.

    Bicos Ricos

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