domingo, 12 de junio de 2011

Érase un ciclista reivindicativo

En Madrid moverse en bicicleta es muy arriesgado y por eso se organizan muchas iniciativas para fomentar el uso de este medio de transporte tan ecológico.
Una de estas iniciativas es la bici crítica y que es un evento que se organiza el último jueves de cada mes a las 8 de la tarde, saliendo desde Cibeles y realizando cada vez diferentes recorridos por el centro de la ciudad.

Desde que tengo bici, me apetece unirme a este paseo reivindicativo, pero precisamente por el miedo a llegar hasta allí en bici desde mi casa, tal y como está el tráfico en esta ciudad un día laborable a esas horas, nunca he dado el paso, aunque espero vencer pronto el miedo a los enlatados y motoristas.

Apoyo totalmente este tipo de iniciativas, aunque muuuuchas veces me he visto directamente perjudicado, al encontrarme atrapado como conductor en el caos que se causa cuando los bici críticos colapsan las principales calles de la ciudad, pero comprendo que en esta vida hay que enseñar un poco los dientes, para que te hagan caso.

La última edición coincidió que estábamos Kotei, Pimpf y yo de paseo por Callao cuando pasó toda la comitiva por la Gran Vía y como ellos nunca habían oído hablar del tema, por eso he decidido publicarlo por aquí, para darlo a conocer a más gente.

Otra de las actividades que se desarrolla para fomentar el uso de la bicicleta, son los diferentes días de la bici de la ciudad y de cada barrio. Hace 15 días fue el de Carabanchel, donde vivo, y justo cuando estaba a punto de salir de casa, cayó un chaparrón de órdago, así que aunque luego no volvió a llover en todo el día, yo me lo perdí, porque decidí quedarme en casa.

Y este fin de semana le tocaba el turno a la iniciativa más pintoresca de todas, la quedada Ciclonudista. Bajo el lema "Desnudos ante el tráfico" la idea era hacer un recorrido en pelotas por la ciudad. Yo estaba bastante animado a ir, pero esta vez fue ÉL el que me lo "impidió". Tampoco es que me lo prohibiera, faltaría más, pero cuando se lo comenté hubo un silencio y a continuación hasta le cambió la voz y, porque se lo dije por teléfono, pero me imagino la cara que se le tuvo que quedar. Así que me tocó aguantar la charla sobre que una cosa es el nudismo y otra el exhibicionismo y varias peroratas más sobre el tema, que lo único que pretendían era esconder el miedo a que me viesen desnudo en algún medio de comunicación o peor aún, en alguna página de esas de pillados.

Por lo menos me acerqué a ver el ambiente que se respiraba, que era más festivo que otra cosa, y tomé la decisión de que el año que viene, no me importa lo que ÉL me diga, que yo no me lo pierdo.

De momento, y mientras venzo el miedo a adentrarme por las calles de la ciudad, siempre me quedará el anillo ciclista para bordearla, o los (todavía pocos) carriles bici que están haciendo.

5 comentarios:

  1. La bicicleta me aburre la verdad, es más, hace años que no cojo una, soy más de caminar pero sí que es una pena que los ciclistas estén/estéis tan desprotegidos.

    Besos.

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  2. Chuchi, yo porque me he dejado la bicicleta en Galicia, y porque a mi eso de exhibirme ante los medios de comunicación, pues tampoco es que me guste demasiado, que lo de hablar de mi vida privada ya sabes... el caso es que bueno, yo creo que si estás animado no te lo pienses demasiado ¿no? Bueno, y para algo más íntimo... ya sabes, jajajaja

    Bicos Ricos

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  3. Christian, yo también camino mucho, pero prefiero la bici, la verdad.

    Pimpf, yo tengo aquí dos bicis, porque le compre una a ÉL y casi no la utiliza, así que cuando quieras nos damos un garbeo.

    Besos a los dos!!

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  4. Sé tú mismo. No dejes que ni el amor te manipule ni para montar desnudo en bicicleta.

    Besos!

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  5. Angel, de todo se aprende en la vida, así que para la próxima lo tengo claro.

    Un beso!!

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