jueves, 31 de marzo de 2011

Érase las cosas sobre las que no puedo hablar

Cuando abrí este blog, una de las ideas era escribir por aquí las cosas que no le puedo contar a ÉL, amparado por el anonimato que proporciona internet. Pero resulta que ahora tengo confianza con los lectores, así que no puedo.
No puedo hablar de las veces que voy a Premium, Octopus o Paraíso, las saunas madrileñas que frecuento, ni la cantidad de cosas, ni con la cantidad de gente, que las hago allí dentro.

No puedo contar nada sobre las veces que me voy de cruising por los baños de diferentes centros comerciales y estaciones, ni de cómo suelo acabar con los pantalones por los tobillos en las cabinas de los retretes.

No puedo, aunque sé que os gustaría leerlo, hablaros de los antros de sexo que pueblan esta ciudad, ni de las diferentes fiestas que en ellos se organizan, a las que por supuesto que acudo puntualmente.

No puedo relatar lo bien que me lo paso cuando voy de viaje de trabajo a otras ciudades, conociendo los usos y costumbres locales en materia sexual.

No puedo ni mencionar la cantidad de amantes y follo-amigos que tengo, he tenido y pienso tener.

En definitiva, no puedo hablar de la fabulosa cornamenta que luce ÉL...

miércoles, 30 de marzo de 2011

Érase una piedra que cambio nuestros planes

Está claro que no se pueden hacer planes, porque llega alguien y te los jode.

En este caso ha sido mi suegra, que nos ha cambiado los planes para este fin de semana, ya que ha ido a pedir presupuesto para la encimera de la ya famosa cocina y resulta que las que son de piedra o compactas le han parecido muy caras, así que al final nos toca ponerla de estas de madera forradas de melamina, imitación de algún otro material. Vamos de las baratas.

A mí no me convence mucho la opción, porque en casa de mis padres siempre ha habido una encimera de piedra y ahí sigue como el primer día sin haber tenido ningún cuidado con ella. En cambio, en los dos últimos pisos de alquiler que he estado, las encimeras eran de estas maluchas y estaban bastante estropeadas, pero está claro que quien paga, manda.

A ÉL además le convence más la nueva opción, porque dice que por el precio de una de piedra, podemos poner de las de madera y cambiarlas hasta 7 veces. Por lo que en esta ocasión, me toca ceder.

Así que nada, ayer tocó de nuevo excursión al Leroy Merlin y al Ikea (que de no ir nunca, hemos pasado a ir 2 ó 3 veces por semana), a escoger encimera y fregadero y ya tenemos ambas cosas compradas. La peor parte es que dije que esta semana no iba a mover un músculo en la obra y llevo dos días sin parar. Y este fin de semana me tocará montar la encimera, con su fregadero y vitrocerámica, por lo que nuestra escapada romántica se tendrá que posponer una vez más.

Eso sí, muchas gracias por las sugerencias en los comentarios de ayer, que las tendré en cuenta para cuando podamos escaparnos de esta pesadilla.

La parte buena, es que este fin de semana por fin estará la cocina terminada del todo y el baño a falta de poner sólo la mampara de la ducha. Nos toca ponernos con otros frentes que tenemos pendientes. La principal discusión que tenemos para el resto de la casa es gotelé sí/gotelé no y me temo que una vez más, va a mandar la que pone el dinero.

Como dice ÉL, lo importante es tener 4 paredes y que podamos estar los dos dentro. Habrá que conformarse.

martes, 29 de marzo de 2011

Érase la preparación de un viaje

Llevo desde ayer venga a mirar esta imagen:
Y es que tengo claro que después de habernos pasado los últimos 3 fines de semana encerrados, montando la nueva cocina, este finde toca pillar la casa con ruedas y perdernos por ahí. La cuestión es dónde ir y ahí es donde entra en juego el mapa del tiempo.

Se supone que cuando tienes una furgoneta como la mía, equipada para viajar, la idea es cargarla con los víveres necesarios y perderse sin rumbo, pero eso es superior a mis fuerzas. Yo tengo que planificarlo todo, donde dormir, que visitar, el tiempo que hará, buscar fotos del lugar, preparar la ruta, estimación de tiempos de viaje,... soy un coñazo, lo sé.

Además para esto tampoco suelo tener mucha ayuda de ÉL, ya que se limita a decirme alguna idea así en plan genérico, pero la verdad es que luego se deja llevar donde sea y no pone pegas. Pero también me tengo que estar preocupando porque el sitio, las actividades y, sobretodo los horarios, le vayan a gustar. ÉL es de dormir hasta tarde y yo cuando estamos por ahí soy de aprovechar desde el primer rayo de luz y por la noche ocurre al revés.

Su idea para este finde es que sea de descanso, con campo y ciudad, aunque más campo. No podremos salir de Madrid hasta el viernes a las 6 de la tarde, porque ÉL tiene un examen, así que estoy dudando si pedirme el lunes libre, para poderlo estirar un poco más, pero en cualquier caso habría que estar de vuelta antes de las 5 de la tarde, porque ÉL tiene clase.

Con estas limitaciones, las posibilidades que se me han ocurrido, con sus pros y sus contras son:

* El Valle del Jerte:
  + Los cerezos están en flor, lo que es un espectáculo para la vista.
  - Estará hasta la bandera de turistas
 
* Mazarrón (Murcia):
  + Tiene playita por si hace calor y pozas termales por si hace frío (El bañito está asegurado)
  - Fue donde estuvimos en la última salida que hicimos en diciembre.
* Granada:
  + Tenemos pendiente una visita a su Museo de Ciencias, que tenía buena pinta y tiene cerca pozas termales.
  - En caso de lluvia, la furgo se puede quedar atascada en el barro para salir de las pozas.
 
* Valencia:
  + Tenemos pendiente una visita a la Ciudad de las Artes y hay playa por si hace buen tiempo.
  - Cada vez que planeamos ir a esta ciudad pasa algo que nos hace tener que quedarnos en casa.
 
¿Alguna preferencia? ¿Alguna otra posibilidad?

lunes, 28 de marzo de 2011

Érase una cocina terminada

¡¡¡Por fin hemos acabado de montar la cocina del Ikea!!! En principio teníamos previsto dedicarle un fin de semana completo, pero al final nos han hecho falta 3. Lo prometido es deuda, así que aquí tenéis una prueba gráfica de lo que os hablo.


Con estas fotos queda demostrado que Dios, Alá, Buda o Lady Gaga no me llamaron por el camino de la fotografía, pero está sacada con el móvil y de noche y la cocina es pequeña y va en forma de L, así que no se cabe entera en una foto. Para acreditar que la cocina está montada, yo creo que es suficiente.

Del diseño original hemos ido cambiando cosas sobre la marcha. Lo típico, que una vez montado te das cuenta de que el horno queda demasiado alto, el enchufe que pilla en medio de un armario, la tubería que pasa por donde tienes que hacer un agujero... Al final hemos aprovechado hasta el último milímetro cuadrado de superficie. Todavía el sábado descubrimos que teníamos los 15 cms justos para un armario pequeño y tocó vuelta al centro comercial, esta vez Leroy Merlin, a comprarlo.

Parece que a pesar del reducido tamaño de la cocina (2.40 x 2.40), hemos conseguido sacar bastante espacio de almacenaje, aunque ocurrirá como siempre, que cuanto más hueco tienes, más mierda acumulas y nosotros que somos de no tirar nada (Síndrome de Diógenes lo llaman algunos) es más que seguro que lo llenaremos.

Creo que la parte más divertida fue la compra y eso ya lo comenté en su día. Del montaje poco hay que rascar, a pesar de estar tantas horas juntos y acabar hasta los huevos, pocas anécdotas han surgido.

Hemos descubierto que paredes, techo y suelo parecen estar perfectamente rectos y a escuadra entre ellos hasta que tratas de encajar un mueble y ves que aquello hace más eses que la subida al Tourmalet.

También me he dado cuenta la cantidad de herramientas que tengo y lo difícil que es explicarle a alguien que no ha tocado ninguna de ellas en su vida, como ÉL, cual es la que me tiene que acercar en cada momento, ya que tampoco sabe su nombre.

Pero la verdad es que hacemos buen equipo para esto del bricolaje, a mí se me da muy bien ensamblar las piezas y todo eso, pero soy un desastre del orden y la limpieza, ya que nunca sé dónde he dejado el destornillador o el martillo y el serrín se va acumulando hasta formar una nube tóxica. Es ahí donde entra ÉL y su infinita paciencia, para devolver a su lugar todas las herramientas que yo voy dejando desperdigadas y para ir limpiando el rastro que voy dejando, porque hay que ver el peligro que tengo con una sierra en la mano.

A pesar de algunos momentos de tensión fruto del cansancio acumulado, parece que el resultado ha merecido la pena. Cada vez que utilicemos la cocina, podremos pensar orgullosos que aquello lo hicimos nosotros. Y una vez que los señores de Silestone nos hayan colocado la encimera, ya os podré invitar a tomar el té en la cocina. Ahora ya sólo nos quedan otras 5 estancias...

jueves, 24 de marzo de 2011

Érase un maestro de escuela

Durante 3º, 4º y 5º de EGB tuve un profesor llamado Don Manuel, que nos impartía todas las asignaturas excepto Educación Física.

Era un profesor ya mayor, al borde de la jubilación y de los de la antigua escuela, que no se cortaba a la hora de darte un golpe con la regla o incluso un azote puntual si tu comportamiento así lo requería. Esto le costó varias amonestaciones de la dirección del centro tras quejas de los padres. Mi madre en concreto fue una de sus mayores detractoras.

A pesar de esto, reconozco que una gran parte de cómo soy ahora mismo se lo debo a aquel hombre, ya que era un estupendo profesor. Era maestro por vocación y eso se le notaba, ya que a pesar de la cantidad de años que llevaba dando clases, todavía se seguía involucrando personalmente con todos y cada uno de sus alumnos. No estaba quemado y eso es muy de agradecer.

Era la época en la que se empezaba a hablar de la reforma de la Educación, la llegada de la futura LOGSE y el hombre se preparaba todo lo posible para los cambios que vendrían, incluso aunque faltaban todavía 3 años para su entrada en vigor, empezaba a aplicar en sus clases algunas de las nuevas metodologías.

Se extralimitaba a la hora de la enseñanza, pero para bien, ya que siempre solíamos ir mucho más allá de lo que los temarios marcaban. Además de sus asignaturas oficiales, nos enseñó música, que por aquel entonces todavía no era una asignatura como tal. Pues él nos enseñó solfeo y a tocar el piano, haciéndonos comprar un órgano a cada uno, lo que le volvió a suponer broncas con algunos padres ya que era un colegio público y eso de que te obligaran a comprar algo, no sentaba bien.

También se empeñó en darnos él la clase de religión, cuando al resto del colegio venía a dársela el cura del pueblo. El hombre pintaba y dibujaba muy bien y también trató de transmitírnoslo a nosotros, pero conmigo no pudo, ya que soy bastante negado para ello. Incluso nos enseñó a jugar al ajedrez, que no sé si es algo muy habitual en los colegios, por lo menos a las otras clases del cole no se lo habían enseñado.

En su juventud había sido cura o fraile, no lo recuerdo exactamente, pero decidió colgar los hábitos, dedicarse a la educación y casarse. Estaba casado con otra profesora del mismo colegio, de los últimos cursos. Se les veía un matrimonio muy compenetrado y feliz, ya que estaban hechos el uno para el otro. Ambos daban clase con bata blanca y todos los viernes a última hora él se quitaba la bata y nos mandaba a uno de sus alumnos a la clase de su mujer para dársela y todos los lunes su mujer le mandaba la bata de vuelta por medio de otro de los alumnos mayores, ya limpia y reluciente.

Cuando yo estaba en 5º, su mujer enfermó y se tiró casi todo el curso de baja, hasta que finalmente murió. Supongo que fue un cáncer, pero a nosotros que todavía éramos pequeños, no nos dieron muchos detalles. Lo que está claro es que aquella bata nunca volvió a verse tan blanca como antaño y aunque trató por todos los medios de seguir como siempre con nosotros, algo en su carácter cambió, aunque a nosotros sólo nos quedaban unos meses de tenerlo como profesor.

Imagino que en gran parte gracias a él, de entre aquella clase y hasta donde he podido mantener el contacto, salimos médicos, biólogos, arquitectos, ingenieros, periodistas, veterinarios... casi todos, aunque hay alguna excepción, gente con estudios, porque si algo nos inculcó aquel hombre es la pasión por aprender.

Al año siguiente de acabar el colegio, 4 años después de la muerte de doña Carmen, don Manuel se jubiló y hace un par de años que me lo encontré de casualidad en un restaurante de Santander y fui corriendo a saludarle. Yo me esperaba que no se acordase de mi, ya que ha pasado el tiempo y todos cambiamos. A mí me pasa lo mismo cuando me saludan personas a las que entrené o de las que fui monitor cuando eran niños. Pero no es sólo que no me recordara, es que me dió la impresión que no recordaba ni el hecho de haber sido maestro, ya que parecía tener algún tipo de enfermedad senil.

Incluso aquel hombre que en su vida habría pronunciado una palabra malsonante ni mucho menos un taco, ante mi pregunta de cómo se encontraba, su respuesta fue "jodido, como quieres que esté". Aquello definitivamente dió por zanjado nuestro encuentro y prefiero quedarme con el recuerdo de la infancia antes que con la persona que me encontré, que no es ni la sombra de lo que un día fue.

Hoy, que estoy valorando la posibilidad de comprarme un teclado y retomar aquello que aprendí de pequeño, me ha venido al recuerdo aquel hombre. Ni siquiera a día de hoy sé si sigue vivo, pero sirva esta entrada de homenaje a don Manuel, a doña Carmen y a todos los maestros de escuela que lo son por vocación.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Érase las primeras 1000 visitas

Ya he superado la cifra de las 1000 visitas a este, mi rinconcito en el mundo de los blogs, así que es un buen momento para hacer un primer balance desde que abrí esto el 30 de enero hasta hoy.

Sobre las entradas, según las estadísticas de Blogger, la entrada más leída es aquella en la que hablo del nudismo, seguida por la del amor platónico. Está claro que mis lectores sois unos guarretes, pero sin dejar de lado el romanticismo.

Sobre la procedencia de mis visitas, sobretodo se lo tengo que agradecer a Christian Ingebrethsen y sus Muros de Nubes. En cuanto a lo que andaban buscando por google los que han llegado hasta aquí, la única cosa a la que puedo sacar punta es "nudistas en pantanos". A ver si alguno de los que llega aquí buscando eso, consigue decirme cómo se llega a la zona nudista del pantano de San Juan y mejor si se anima a acompañarme cuando llegue el buen tiempo.

Sobre el público que me sigue, decir que mayoritariamente es español (me habría sorprendido lo contrario), gay (esto lo pongo yo, que blogger no llega a tanto) y poco friki de la informática, ya que casi todos utilizáis Windows y su Internet Explorer.

Según la barra de la derecha, tengo oficialmente 9 seguidores, aunque no me lo creo mucho, porque sé que 2 se han ido y seguro que alguno no le ha dado al botón. Yo mismo puede que no aparezca como seguidor en vuestros blogs, porque como los leo por el Reader, no lo suelo marcar.

Pimpf, el funcionario gallego en cuyo blog no habla para nada ni de política ni de su vida privada. Tenemos bastantes puntos en común, me ha llegado a decir que a veces parezco su alter-ego. Somos de pueblos del norte, ambos llegamos a Madrid por trabajo y encontramos pareja al poco de llegar. Creo que fue el primero en aparecer por aquí, porque debió ser en el primer blog que comenté, ya que era el blog que más seguía en la sombra. Me gustaría que fuese también el primer bloggero al que conozca en persona, aunque igual eso es romper un poco la magia. Tiempo al tiempo.

El chico de siempre, aka Isra, aka Alex. También de los primeros en llegar y el primero en irse. Espero no haber tenido yo la culpa, jejeje. Un buen día decidió que ya no necesitaba más su armario, ni abierto, ni cerrado y lo dejó cogiendo polvo. A pesar de haber podido coincidir durante poco tiempo, tengo que decir que su blog me lo he leído de principio a fin, por lo que puedo decir que conozco bastante bien su evolución personal. Espero que esté bien, que en su trabajo las cosas hayan mejorado y que sea feliz.

Z. Perdí la oportunidad de conocerlo en persona en su último viaje a Madrid, porque Pimpf se me adelantó, pero espero que haya más ocasiones. Es el chico de las mil poses en sus fotos (bueno, alguna menos pero ya llegará a las 1000), aunque ha dejado pasar la oportunidad de travestirse de fallera mayor, igual para el año que viene lo tiene en cuenta. Ahora, como vuelvas por Madrid, te meto en algún antro de sexo y perversión aunque sea a la fuerza, para que te quiten la asexualidad a base de polvos, en plan terapia de choque.

Adrianos, que creo que es el primero que apareció por aquí sin ser invitado :-P Es coña, lo digo porque en los demás casos, comenté yo previamente en sus blogs y luego se dejaron caer por aquí. ¿Cómo llegaste hasta aquí? Lo pregunto porque tengo curiosidad. Ojalá llegasen más despistados como tu, jejeje. Si no comento normalmente en tu blog, a pesar de leerlo, es porque sueles escribir sobre temas que no tengo ni idea y a mi me enseñaron que si no tienes nada bueno que decir, mejor no abrir la boca.

Thiago, posiblemente el ser más conocido de la blogosfera. Es todo un honor que con la cantidad de blogs que tiene y que sigue, se haya dejado caer por aquí, con sus zapas plateadas y su skate debajo del brazo. Tengo pendiente enseñarle cómo le veo yo, para que me una a sus visionarios.

Davichini, otro que nos dejó. Al igual que en el caso de Isra, le deseo todo lo mejor en primer lugar consigo mismo y si puede ser con la personita a la que estaba conociendo, pues mejor que mejor.

Christian Ingebrethsen, del que ya he dicho que es quien me aporta mayor número de visitantes. Conocí su blog, creo que a raíz de un chiste malo de Z (el de los Two Vascos) y desde entonces me he enterado de que tiene compañera nueva de piso, churri en la distancia y que está hecho todo un Robin Hood del siglo XXI. Espero seguir conociendo cosas de tu vida y además amenaza con venirse para Madrid en breve.

Kotei, otro que no tengo ni idea de dónde salió. Por lo visto es un antiguo conocido de esto de los blogs, que ha vuelto a retomar el suyo. Nos iremos conociendo.

Stultifer, que literalmente acaba de llegar ya que ni siquiera estaba cuando empecé a escribir esto. Bienvenido y tendré que esperar a que por lo menos abras la boca para comentar algo sobre ti. De momento por lo que he visto, la gente habla de tus escaleras ¿¿??

Bo Tare, no aparece como seguidor, pero ni falta que le hace. Es mi único paisanuco por el momento y hasta resulta que fuimos vecinos. El único con el que he hablado por el messenger, que por cierto, aunque lo utilizo poco, está abierto para el que me quiera agregar. Un tío cojonudo, pero que no está pasando por un buen momento. No tengo noticias suyas desde carnavales y por aquel entonces tenía la duda de si tendría que dar de baja el internet en casa y por lo que se ve, al final lo debió hacer. A ver si vuelvo alguna vez a la tierruca y nos ponemos cara.

Espero no dejarme a nadie y muchas gracias a todos por estar ahí y si hay alguien leyendo todo esto desde la sombra, animarlo a que salga a la luz, que es mucho más divertido. Lo dice alguien que estuvo en la sombra durante mucho tiempo.

Un beso para cada uno de vosotros!!

martes, 22 de marzo de 2011

Érase un motero

Llevo los genes moteros en la sangre ya que a mi padre siempre lo he conocido con moto y eso que en Cantabria, el clima no favorece mucho su uso.

Cuando era pequeñito, mi padre me llevaba en una vespino de esas con pedales que es como una bicicleta pero un poco evolucionada. Cuando yo tendría unos 10-11 años, se sacó el carnet de moto y ya desde entonces ha tenido varias motos, más o menos potentes. Así que yo de siempre he ido encima de esos bichos, aunque de paquete.

Ni en mi pueblo, ni tampoco en Bilbao, había necesitado utilizar ningún medio de transporte propio, ya que con el público me bastaba. La cosa cambió el verano en el que tuve que hacer las prácticas en empresa para la carrera, porque me había tocado en una empresa que estaba oficialmente en mi pueblo, pero en un polígono muy a las afueras y al que sólo se podía llegar por autovía.

Yo ya tenía el carnet de coche, pero mis padres todavía trabajaban y no les podía estar quitando el coche todos los días, así que la solución fue invertir todos mis escasos ahorros en un ciclomotor de segunda mano.

Y así llegó a mi vida una Peugeot SpeedFight 2. Aquel verano me estuvo llevando y trayendo todos los días hasta el trabajo y a la playa principalmente y a pesar de estar algo trillada, se comportó de maravilla.

Pasó todo el invierno en el garaje y cuando llegó de nuevo el buen tiempo y la volví a coger por primera vez en aquel año, tuve mi primera caída de una moto.

Iba a devolver a su casa a un ligue que me había echado y al pasar por lo que siempre había sido un cruce regulado por semáforos, resulta que acababan de poner una rotonda y el asfalto estaba "arañado" y con gravilla suelta para poder asfaltar encima, así que intenté frenar y controlar la situación, pero la moto me derrapó y tanto la moto, como mi acompañante y yo acabamos por los suelos. Afortunadamente el chaval resultó ileso, yo con pequeñas magulladuras en el brazo izquierdo y la moto un poco peor parada, pero tampoco nada grave.

De aquel chaval nunca volví a saber nada, y a la moto el problema es que le cogí miedo, así que después de repararla, la vendí.

Pasaron los años y ya estaba yo en Madrid y sin haber tenido el más mínimo interés por las motos desde aquel percance, cuando me enteré de que un amigo de ÉL se acababa de sacar el carnet de moto y aquello me volvió a despertar el gusanillo.

Yo siempre me había querido sacar el carnet de moto, principalmente para cuando fuese a Santander, poder utilizar la moto de mi padre si necesitaban ellos el coche. Estuve informándome y resulta que en unos meses iba a entrar una reforma que complicaría y encarecería el tema, porque en lugar de 2 exámenes pasarían a ser 3 y sería obligatorio hacerlo por autoescuela.

Yo lo hice por libre. Me preparé el teórico leyéndome el libro del amigo que se lo acababa de sacar (más por curiosidad que por otra cosa) y repitiendo hasta memorizarlos los test de ejemplo de la web de la DGT, porque resulta que todas las posibles preguntas de los exámenes eran las que estaban allí puestas. Creo que unas 200 en total. Así que el teórico lo superé sin mayor problemas en 5 minutos y sin fallos.

Después me tocaba el práctico de habilidad en circuito. Para esto me estuve preparando en Santander con la moto de mi padre y para el día del exámen me alquilé una moto para hacer unas últimas pruebas y examinarme con ella, en una empresa que se dedicaba a eso y que tenía réplicas del circuito oficial al lado del lugar del examen en la DGT de Móstoles. En una de las pruebas previas tuve una pequeña caída sin consecuencias (más que nada por ir de sobrado) pero que me hizo ir algo más nervioso al exámen.

Finalmente lo aprobé también a la primera, aunque con una falta leve, ya que había que pasar por encima de un tablón y yo me bajé del tablón como a la mitad, pero justo en la marca a partir de la cual de grave pasaba a leve.

Ahora creo que han cambiado algo este circuito y además hay que hacer otro examen práctico en carretera real, como el de coche.

Con el carnet en la mano, mi idea inicial no era comprarme una, porque realmente no la necesitaba, pero llegó a mi trabajo un compañero nuevo, motero y que tenía contactos en un concesionario de Suzuki y al final empecé a mirar y caí en la tentación. Me gasté todos los ahorros de los 3 años de trabajo en una Suzuki Burgman de 400 c.c. de color gris y nueva a estrenar. Supongo que si hay algún motero purista en la sala, dirá que una scooter por muy grande que sea, no es una moto, es una mariconada, pero a mi me encanta.

Por aquel entonces vivía en Lavapiés, así que me alquilé una plaza para la moto y la utilizaba para ir y volver del trabajo en la mitad de tiempo.

Mi duda era ÉL, ya que no le gusta ni la velocidad, ni la adrenalina, pero lo probó y le gustó eso de ir de paquete. Así que desde entonces nos solemos desplazar por Madrid en moto.

Al principio, para que se acostumbrara, en vez de rodar por el tráfico de la ciudad, hicimos unas cuantas escapadas por la sierra. Por carreterillas secundarias con curvas y ambiente motero a tope. Y vaya que si le gustó. Al final resultaba que era subirse a la moto y entre la postura y el roce, ponerse cachondo. No hubo salida motera en la que no tuviésemos que hacer una parada para desfogarnos en el bosque.

Los viajes más largos que hemos hecho han sido Madrid-Santander y sin problemas. Pero un día llegó la casa con ruedas a nuestras vidas y la moto quedó para las cosas más prácticas: ir al trabajo y moverse por la ciudad.

Dicen que hay dos tipos de moteros: los que se han caido y los que se van a caer. Yo soy de los primeros y por partida triple. Además de la primera caida que ya he contado con el ciclomotor, con mi moto actual me he caido 2 veces. Las dos en la M-40 y por culpa de conductores de coche (enlatados, en el argot motero).

La primera vez fue una mujer que decidió saltarse el atasco adelantando por el arcén sin darse cuenta de que yo ya estaba haciendo lo mismo. El resultado, una caída tonta pero con fisura del radio izquierdo y un mes de baja en el que ÉL me trató a cuerpo de rey.

La segunda fue un chico que iba por el carril de la izquierda y de repente se dio cuenta de que se pasaba su salida y decidió cambiarse de 4 carriles en 100 metros, barriéndome a mí que iba por el centro. Esta caida fue más espectacular, pero sin daños corporales.

En ambos casos, la que quedó peor fue la moto, que se empeña en exfoliarse contra el asfalto, pero los seguros contrarios se encargaron de dejarla como nueva sin poner pegas.

Espero no caerme más veces y que mi padre tampoco lo haga, que él todavía es de los que se van a caer. Bueno una vez se cayó pero fue estando parado, al irse a subir mi madre, pero no creo que cuente.

lunes, 21 de marzo de 2011

Érase un batiburrillo de ideas

Hoy más que escribir voy a vomitar pensamientos, porque necesito desahogarme un poco.

Es lunes y estoy muy cansado. El montar la cocina que nos iba a llevar un fin de semana, nos va llevando dos y todavía queda algún pequeño remate. Menos mal que está quedando todo muy bien.

He visto en persona por primera vez a mi suegra desde que sabe que lo es y ha sido todo muy cordial. Incluso un día se presentó de repente en mitad de la zona cero reforma con unos primos suyos y hubo presentaciones oficiales, aunque justo en ese momento yo era una nube polvorienta.

Su marido en cambio no me puede ni ver. A su mujer le ha propuesto incluso vender su piso (muy próximo al nuestro) y largarse a otra ciudad. Tampoco habla con su hijo, por lo menos no mucho más allá del hola y adiós. ÉL nunca ha hablado con él del tema. Fue su madre directamente la que se lo dijo.

El día del padre llamé a mi padre para felicitarlo. La llamada duró 34 segundos y eso que hacía como 2 meses que no "hablábamos".

Con mis amigos de Santander tampoco tengo contacto a parte de algún escueto intercambio de estados por el Facebook. Siempre acabo llamando yo y si no fuera por eso, sería como si hubiese muerto para ellos.

Estos días, a pesar de estar todo el tiempo con ÉL, me estoy sintiendo especialmente sólo. En esta ciudad no le tengo más que a ÉL y a sus amigos y yo también necesito mi espacio y poder desahogarme.

Afortunadamente con ÉL las cosas van todo lo bien que pueden ir cuando te encuentras inmerso en unas obras de reforma. Vamos que con altibajos puntuales y alguna pequeña discusión pero, en general, bien.

Tengo que pedir cita para una revisión en el dentista y otra en el taller de la moto, pero con la mierda de obras, no tengo tiempo para nada.

Para colmo, en el piso de alquiler en el que vivimos ahora, ha aparecido una gotera en el baño. Por el momento no es muy grave, así que de momento, paso de llamar al casero.

Perdonadme que no comente vuestros blogs, pero con el estado de ánimo que tengo ahora mismo, es mejor que no lo haga, aunque sí que los leo.

Un beso para todos los que me aguantáis por aquí y espero estar de mejor humor en la próxima entrada.

viernes, 18 de marzo de 2011

Érase un amor platónico

Íñigo, ese es el nombre de la persona por la que un día sentí algo más que amistad y que, como todo amor platónico que se precie, no fue correspondido. Era un compañero del equipo de balonmano en el que jugué en Bilbao mientras estudiaba la carrera.
En el aspecto deportivo (que lea este párrafo aquel al que le interese algo este deporte, si es que hay alguno por aquí) Íñigo jugaba de lateral derecho (igual que yo) y era el titular hasta que llegué yo y le quité el puesto, pero lejos de molestarse por ello, aceptó con humildad el quedarse en el banquillo y al final lo acabaron cambiando de posición a extremo derecho (a mi lado). Así acabamos jugando los dos codo con codo, teniendo nuestras propias jugadas y quedándonos después de los entrenamientos para practicarlas y, la verdad, en la cuestión deportiva hacíamos una buena pareja.

Estudiábamos los dos la misma carrera, pero él era un año más joven que yo y además había repetido un curso, por lo que cuando yo estaba en 5º y daba clases a los de 3º, él era alumno mío.

En una ocasión comenté por aquí que tuve un follo-alumno, pues después del primer polvo con este chico, cuando me dijo que era alumno mío y yo le contesté que no me sonaba de nada, me empezó a decir nombres de sus compañeros y resultó que era amigo de Íñigo. Yo le dije que Íñigo era compañero mío del equipo y tras el acuerdo típico de guardar la discrección, él me contó que entre los amigos tenían dudas de la acera en la que estaba Íñigo, ya que no se le conocían rolletes, novias, ni contacto con mujer de ningún tipo, a pesar de que varias le habían tirado los trastos.

Cuando fueron pasando los días, cada vez que veía a Íñigo, aquellas palabras retumbaban en mi cabeza y lo empecé a ver con otros ojos. Entre él y yo había una relación especial, él me caía de puta madre por su forma de ser, muy tímido al principio, pero majete cuando se soltaba y sobretodo, muy buena persona. Siempre me han tirado los buenazos, supongo que por eso acabé con ÉL. Íñigo yo creo que me tenía a mí un poco como modelo a seguir (parece que tengo un poco subido el ego hoy), porque me iba bien en la universidad, era profesor suyo, sabía que tenía éxito con mis ligues (aunque suponía que eran tías) y sobretodo en el balonmano le estaba enseñando muchas cosas.

La verdad es que físicamente tampoco era gran cosa, normalillo como mucho. De cara se daba un aire al triste de Álex Ubago, de hecho, ése era su mote en clase. Y de cuerpo, no estaba gordo, pero tampoco delgado; estaba en forma, pero sin marcar músculo. Donde ya definitivamente perdía del todo era desnudo. Es lo que tiene ser un deportista gay en mitad de un vestuario de tíos, que no hay nada que se pueda ocultar.

Llegados a este punto os preguntaréis que qué leches veía yo en él. Pues está claro que tenía que ser su belleza interior, jejeje.

Con el tiempo la confianza entre nosotros fue aumentando. En los entrenamientos nos metíamos mano a saco en plan "colegas heteros", claro está. Nunca pensé que en un deporte tan rudo como el balonmano se podían llegar a dar aquellas situaciones. Por mi parte aquello era con conocimiento de causa, supongo que por la suya rollo colegas sin más. Alguna vez se nos llegó a ir tanto de las manos que en una ocasión el entrenador nos dijo que por qué no nos íbamos a las duchas a echar un polvo. La verdad es que ante aquella frase delante de todo el equipo yo me quedé tan cortado que ni me fijé en cómo reaccionaba él.

Cuando nos quedábamos después de los entrenamientos practicando nuestras jugadas y nos duchábamos los dos sólos, los jueguecitos de te empujo, me pegas, tonteamos... eran habituales. Alguna vez incluso llegué a temer que la cosa se me animase demasiado, pero finalmente el autocontrol y algún chorrito de agua fría hicieron que eso no llegase a pasar.

Llegué a elaborar un plan para salir de juerga con él y sus amigos, con la excusa de que les conocía a todos de clase y funcionó... a medias. Quedamos algunos sábados después de los partidos, pero aquello provocó una comedura de tarro bastante gorda en mi follo-alumno, que pensaba que había montado todo aquello para quedar con él y entre que estaba bastante emparanoiado con su armarización y sus cosas y el pensamiento de que yo pudiese querer algo serio con él hizo que me boicotease para que dejaran de quedar conmigo.

Mi siguiente paso es más bochornoso aún. Convencí a un amigo de Santander para que le empezase a mandar mensajes desde su móvil en plan admirador secreto y ver por lo menos de que lado de la calle estaba, pero tampoco funcionó. Llegó a contestar, pero lógicamente más intrigado en saber quién era yo que en soltar nada sobre su vida.

Resumiendo, nunca llegué a tener el valor para hablar con él del tema. Llegó junio y con ese mes, el final de la liga, del curso y de mi estancia en Bilbao. A Íñigo le puse buena nota, creo que un 9 y a mi follo-alumno le suspendí. (Aclaro que ambas notas fueron totalmente merecidas). Mi follo-alumno me fue poniendo verde por ahí y me consta que Íñigo me defendió. Finalmente acabé trabajando en Madrid y perdí el contacto con ambos. Hace poco agregué a Íñigo como amigo en el Facebook y le mandé un mensaje interesándome por su vida, pero nunca tuve respuesta. Y él en el facebook tiene al follo-amigo como amigo y su perfil es público, por lo que he leído que está también en Madrid, pero paso de remover ninguna de las dos historias.

Siempre me quedaré con la duda de lo que pudo ser y no fue. Lo dicho, amor platónico.

jueves, 17 de marzo de 2011

Érase un electrodoméstico

Unos días atrás hablaba de mi abuela, que decía que la lavadora y la fregona eran inventos para guarras. Que las mujeres limpias y decentes fregaban el suelo de rodillas y lavaban la ropa a mano. Menos mal que mi abuela nunca ha pisado mi casa (ni tan siquiera ha pisado Madrid), porque se caería de culo con la nueva adquisición.

Reconozco que no debo ser una mujer limpia ni decente, porque me he comprado un robot aspiradora como el que os pongo en esta foto.

Para mí va como candidata a ser el electrodoméstico del siglo XXI (excepto si inventan uno que planche, que es lo que más odio) y ¿qué hace esta máquina? Pues básicamente pulular a su libre albedrío por la casa, aspirando cuanta mierda encuentra a su paso. Por fin se acabaron las bolas de pelusa rodando por el suelo cual matojo de película del oeste.

Nada más llegar a casa y sacarla de la caja fue bautizada por ÉL como María de las Luces, Mariluz para los amigos. Y fue ponerla en marcha y quedarnos los dos embobados viendo como la cucaracha esta se iba desplazando de forma más o menos ordenada por toda la casa, aunque claro mi pisito actual tampoco es que sea el Palacio Real, así que la faena la acabó en unos 35 minutos. Veremos cómo se comporta en el piso nuevo que es algo más grande y con más recovecos.

Las ventajas: puedes programarla para que empiece a la hora que tu le digas, ya que no es plan de ponerla en marcha a las 7 de la mañana y cuando acaba ella sóla se vuelve a su base para recargarse o si se agota la batería a mitad de la faena, va, se recarga y vuelve a empezar desde el punto en el que lo dejó. Una gozada oíga. Así que a partir de ahora, espero que cuando vuelva a casa la chacha me haya dejado el suelo que se pueda comer en él.

Hay muchos modelos, de otras tantas marcas y no es cuestión de hacer publicidad de unas y otras. Yo me quedo con la mía, porque tiene un movimiento más o menos inteligente (hay otras que se mueven mucho más aleatoriamente) y porque tiene varios modos de limpieza: el automático para el día a día, que detecta los obstáculos (paredes, muebles,...) sin chocar con ellos; el concentrado para cuando se te cae el bote del colacao, que limpia exhaustivamente una zona de un metro cuadrado y el de choque, para usarlo una vez por semana y que no se acumule mierdecilla en las esquinas, ya que va avanzando hasta que se choca con la pared.

Y hasta aquí la sección de teletienda de hoy. Qué pensáis ¿soy un guarro? ¿una moderna? ¿un vago?... ¿un poco de todo?

miércoles, 16 de marzo de 2011

Érase el meme del Blog Amigo

De manos gallegas me viene un meme, que en estos días en los que ando tan ajetreado me viene bastante bien, la verdad, para no tener que pensar sobre que escribir. Así que aquí están las respuestas a las preguntas que me plantea mi querido PIMPF


Si tuvieras otro blog ¿de qué sería?

Si con tener uno sólo ya ando todo el día pensando sobre posibles temas, como para tener más... pero bueno, poniéndonos en suposiciones, supongo que sobre gadgets electrónicos sería un buen filón.

¿Si pudieras cambiarte el nombre cuál te pondrías?

Me gusta mi nombre, eso no lo cambiaría. Lo que sí cambiaría serían mis apellidos. No por hacerle un feo a mis padres, sino porque me causan demasiados problemas y confusiones. Es que no es nada bueno compartir los dos apellidos con millones de personas.

¿Si volvieras a nacer te gustaría ser hombre o mujer?
 
Nunca me lo he planteado. Como hombre se está muy a gusto, ahora por el tema de que me gusten los hombres, igual el ser mujer da mas facilidades. No lo sé.
 
¿Si te concedieran sólo un (1) deseo cuál pedirías?
 
No tener problemas nunca. Supongo que es un deseo tan amplio que se puede considerar un comodín y eso igual le quita algo de gracia a la vida. Pero también lo haría todo más fácil.
 
¿Si te concedieran sólo un (1) poder…, cuál escogerías?
 
El teletransporte y se acabó el tener que esperar para llegar a los sitios. Sobre todo al trabajo, con lo que ya me ahorraría una hora y media al día.
 
¿Si solamente pudieras comprar “potis” de (una) 1 marca… cuál sería?
 
Como no tengo ni pajolera idea de qué es un poti, por si acaso es algo importante me quedo con una marca blanca, tipo Hacendado, Carrefour, Eroski,... que estas marcas tienen de todo y así me aseguro que tendrán también potis.
 
Si te regalaran 1 viaje ¿a qué país lo querrías?
 
EEUU que con lo grande y variado que es, pueden ser muchos viajes en uno.
 
Y ahora la lista de nominados. Como estoy un poco liado y no estoy muy al día con los blogs, os pongo a los que me consta que os pasáis por aquí y dudo si lo habéis hecho ya y los que no lo hayan hecho todavía, ya tienen trabajo:
 
 

martes, 15 de marzo de 2011

Érase un Club

Anoche, haciendo una pausa en el montaje de la cocina, que todavía no está terminada, asistimos como público a la grabación de "El Club de la Comedia".

Era la primera vez que íbamos de público a un programa, a pesar de la insistencia de un amigo que trabaja en telecinco por que lo hagamos más a menudo. Pero claro, ir una hora al Club de la Comedia no es lo mismo que ir 4 horas a Sálvame o AR.

Lo primero que pensábamos es que íbamos a salir de allí a las mil y no fue así. En las entradas, porque aquí se paga por ir (10 €), ponía que la grabación empezaba a las 21:30, así que todos estábamos allí desde bastante rato antes, como en el cine o en el teatro, pues no. A las 21:30 se abren las puertas y empiezan a entrar las 800 almas a las que tienen que ir acomodando, lo que lleva su tiempo.

Una vez ya en las butacas del Teatro Haagen Dazs, que es donde se graba, aparece el regidor y te explica dónde está cada cámara y te prohibe levantarte durante la grabación bajo pena de muerte, que en el caso de que te pase la cámara-grúa por encima puede ser cierto. También te advierten de las medidas de seguridad y evacuación, no fotos, no móviles, no vídeo, no saludar a cámara...

Después del regidor, entra en escena el animador del público, cuya misión es hacernos entrar en calor a todos, para que cuando la cosa empiece en serio, lo demos todo desde los primeros aplausos. El tío que estaba bastante bueno, interactuó con alguna persona del público, soltó algún monologuillo, chistes... y nos dijo que a pesar de lo que acababa de decir el regidor, era obligatorio levantarse (excepto las secciones de público que están delante de alguna cámara) para aplaudir a la llegada de Eva Hache y en el saludo final de todos los monologuistas.

Después de esto, anuncian eso de "Grabamos" y empieza todo y hay que decir que va del tirón. Lo que se ve en casa es tal y como está grabado. Supongo que la publicidad la meten con calzador donde pueden. La única diferencia, que a pesar del fantástico ambiente, hace que sea algo más soso en el teatro, es que falta la música, que supongo que la añaden en post-producción. En directo queda un poco raro ver moverse los focos y eso y que no suene nada. Y en lo que es sonido, también decir que estaba un poco bajo, por un lado para que no se acople el sonido del teatro por la tele y por otro, para obligar al público a estar totalmente en silencio para escuchar.

Los monologuistas que nos tocaron, a parte de la genial Eva Hache, fueron Tony Acosta hablando de las películas de amor, Luis Piedrahita hablando de cómo se rayan los coches, Jose Luis Gil haciendo amigos entre el gremio de taxistas y Ernesto Sevilla dándonos a conocer como es su familia.

Y nada, en una hora todo ventilado, porque ya he dicho que va del tirón, que aunque a Jose Luis Gil (el señor Cuesta de "Aquí no Hay Quien viva") se le trabase un poco la lengua, no se repite y queda tal cual.

Finalmente comentar que no nos avisaron de cuándo se va a emitir, así que tocará ver el programa todas las semanas.

viernes, 11 de marzo de 2011

Érase una visita a Ikea

Ayer perdí mi virginidad con el Ikea y no, no es que me tirase a ningún mozo del almacén sobre un lecho de cajas con contenido de nombre impronunciable, aunque había unos cuantos que estaban para ello.

Siempre había ido a este ¿centro comercial? ¿almacén de muebles? ¿tienda de decoración?... no sé muy bien como calificarlo, para comprar utensilios de esos que se cogen al final, como en un supermercado normal: cuchillos, sábanas, cortinas, cuencos, platos... pero nunca me había atrevido con el proceso de anota lo que quieres, búscalo en el almacén, échalo al carro, pasa por caja y juega al tetris en el coche. Hasta ayer y el estreno fue a lo grande: los muebles de una cocina entera, 3 carros, 43 artículos, 93 bultos y 432 kilos de peso.

Ya he comentado por aquí que ÉL tiene piso nuevo y que estamos con las reformas y decoración y de momento, las obras que ya han terminado son las de la cocina, así que empezaremos a amueblar por ahí.

Como soy un chico aplicado, me escudriñé la web del ikea, juegué con su programa de planificación de cocinas, ajusté el diseño un poco más en un programa de 3D y finalmente saqué la lista de la compra con todo lo necesario y tiré con ella para el Ikea de Vallecas, que según su propia web era el único de Madrid que lo tenía todo para recoger en el acto (aunque ya digo que el "acto" no lo hice).

Yo sabía que por lo generar allí te las tienes que apañar tú, pues atajé todo lo que pude por la exposición, para llegar a la parte del almacén y ponerme a buscar todos los bultos necesarios con mi lista de la compra en la mano. A la de un ratillo de dar más vueltas que una peonza, le digo a uno de los de allí (que estaba bueno) que no encuentro nada y me dice que justamente las cocinas funcionan de forma especial.

El método: hay que ir a la sección de cocinas con la lista de la compra (vuelta al principio de la exposición). Allí (eran vendedoras, así que no despiertan ningún apetito sexual) te vuelven a teclear todos los códigos en el ordenador (aunque tengas tu lista guardada en su web) y te crean otra, con la que vas directamente a caja. En la caja, pagas al cajero (que estaba muy bueno) y te da un papelito con un nº de pedido. Te vas a comer unos perritos (esto es opcional) y pasada una hora aproximadamente, en la pantalla de la sección de recogida de mercancía aparece el nº de tu pedido. Y aparece también un maromo (que estaba tremendísimo) con 3 carros cargados hasta la bandera. El maromo llevaba los carros de dos en dos (como todo lo haga igual de bien...) y tanto ÉL como yo, no nos apañábamos ni a llevar cada uno el nuestro, así que tocará dar 3 viajes llevando entre los dos un carro cada vez.

Llegamos hasta la casa con ruedas (reconvertida en furgoneta de mudanzas), desplegamos la cama de abajo y sobre ella hacemos un puzle tridimensional con las 93 cajas y bolsas. Recomprobamos todo con la lista original y ¡oh, sorpresa! faltan 2 puertas que no nos han cobrado y otra que sí que nos han cobrado.

Vuelta p'adentro y directos a atención al cliente (donde nos recibe un dios griego con sonrisa profident). Explicación: hay diferencias entre las unidades que aparecen en la web (las 6 que necesito), las que aparecen en su ordenador (4) y las que realmente había en el almacén (3). El dios nos devuelve el dinero de la que habían cobrado, junto con unos vales para más perritos por las molestias (aunque yo estaba pensando en otra salchicha) y hoy me tocará irme al de San Sebastián de los Reyes a por las 3 dichosas puertas y de paso gastar los vales (me gustan mucho los perritos del Ikea).

Conclusiones:
  1. Los trabajadores de Ikea están, en general, buenos.
  2. El uniforme de Ikea me pone.
  3. Creo que estoy demasiado salido.
  4. Os podéis imaginar el fin de semana que nos espera montando la cocina FAKTUM con acabado ABSTRAKT y algún toque PERFEKT, cajones RATIONELL y accesorios varios INTEGRALL.
  5. Supongo que el proceso y el resultado será tema de próximos post.

jueves, 10 de marzo de 2011

Érase un borracho

Hoy me voy a poner en modo terapia de Alcohólicos Anónimos: "Hola soy Bitxin y tengo un problema con el Alcohol", a lo que todos debéis contestar: "Hola Bitxin, te queremos". Realmente por fortuna no tengo ni idea de cómo son esas reuniones, ni si se dicen estas cosas. Supongo que esa es la idea que tengo gracias al cine o la tele. 
El alcohol nunca me ha afectado cuando salía de juerga, porque ahora ya no salgo :-( Solía ser el que más bebía e iba siempre fresco como una lechuga. Es por ello que siempre me tocaba a mí aguantar a los amigos que se habían pasado con el alcohol. A mi amigo M le he aguantado sus vómitos acompañados de su frase típica: "No pasa nada, eso era lo que me sobraba", con LA nos hemos reído cuando trata de salir de los coches sin quitarse el cinturón de seguridad (incluso M se lo recordó el día de su boda en su discurso durante la ceremonia), LB es de las que más peligro tienen, porque como es la pupas, por menos de nada puedes acabar en una ambulancia acompañándola, N es de las que te puede meter en un lío cuando le da por ir de diva y así con el resto de amigos/as con los que he compartido juergas.

Pero ahora toca hablar de mi y no siempre me he controlado. Tengo un problema, puedo beber y beber y estar bien, pero llega un punto en el que todo lo que no me ha subido hasta entonces me sube de repente y soy de los que al día siguiente tiene verdaderas lagunas de lo que ocurrió la noche anterior. Me ha pasado eso 4 veces en esta vida, que paso a enumerar:

1. La noche en fiestas de Bilbao con mi primer novio A.
Realmente esta ya la he contado. Fue la 2ª y última noche que A y yo pasamos juntos. Mis amigos de la Universidad tenían a un conocido trabajando en uno de los bares que se montan para las fiestas (Txoznas) y nos sacaba los katxis/minis realmente baratos (o gratis, no lo recuerdo), con lo que bebimos un montón. Además yo quería estar algo contentillo para animarme a decirles a mis colegas quién era el que me acompañaba. El problema es que se me fue la mano y el resultado ya lo sabéis: Despertando cada uno en una habitación sin saber cómo había llegado hasta allí.
 
2. También en Bilbao en un jueves cualquiera de fiesta universitaria.
Lo pongo aquí porque es una de las 4 borracheras que me he agarrado en la vida, pero realmente no sé ni por qué fue ni tengo muchos recuerdos de aquella noche. Sólo recuerdo que salimos como muchos otros jueves y que bebí mucho, pero sin venir a cuento. Recuerdo que acabé vomitando agarrado a lo que yo pensaba que era un robusto árbol, hasta que al día siguiente mis compañeros de piso me dijeron que menos mal que estaban allí para agarrarme, porque me estaba apoyando en un triste arbustillo y entre que estaba vomitando y que no era capaz de mantener el equilibrio, habría acabado cayendo sobre mis propios fluidos.

3. En la casa de la sierra de una amiga de ÉL. Es la más bochornosa que me he agarrado. El caso es que la chica nos invitó a su casa de la sierra y allí estaban más amigos suyos, entre ellos los 2 culpables de mi situación. 2 tipos que en todas las fiestas se empeñan en emborrachar a alguien con juegos de estos de beber (kinito). Todo el mundo, incluyendo ÉL, lo sabían, pero nadie me advirtió, así que aquella noche fui yo el pardillo de turno. Bebí mucho y luego nos acostamos, a nosotros que éramos la única pareja, nos había dejado la cama de sus padres. Pues nada, yo acabé vomitando en la cama de los padres y Él cuidándome y tratando de limpiarlo todo. Pobre, la que le tocó. Lo que no entiendo es por qué la chica ésta no nos ha vuelto a invitar nunca más. XD

4. "Celebrando" el divorcio de mis padres, mi ruptura con ÉL, mi salida del armario con mi madre y la nueva relación de ÉL.
Esta es la más gorda que me he pillado y la única en la que yo iba decidido a pillármela. Mis padres tenían dos pisos pegados: el de toda la vida y otro que compraron para mí cuando los vecinos se fueron. Pues en este piso, el día después de decirle a mi madre que soy gay, invité a mis amigos a una cena. Realmente necesitaba echar unas risas con ellos y olvidarme un poco de los problemas que eran varios: Lo había dejado hacía poco con ÉL. Mis padres me llamaron para decirme que se divorciaban. Cuando le llamé a ÉL para contárselo me dijo que estaba empezando con otro tío. Y para rematar, acababa de salir del armario con mi familia.

A la cita acudieron LA y su novio (ahora marido) NX, mi amigo gay M y mi amiga mariliendre N. La cena fue muy animada, luego recuerdo que empezamos a jugar a la herencia de tía Ágata mientras bebíamos y luego recuerdo que desperté sin camiseta y lleno de moratones en mi cama. Lo que pasó entre medias lo sé porque me lo contaron mis amigos al día siguiente. Debió ser muy gorda, porque aquel domingo (que encima yo tenía que volver en autobús hasta Madrid) me llamaron todos ellos para ver si seguía vivo.
Por lo visto yo bebí y bebí. Llegó un punto en el que dicen que se me desató toda la pluma que jamás pensé que tenía y que mezclé la exaltación de la amistad con un toque a lo Nati Abascal (Te quiero a tí, le quiero a él, os quiero a tooooodos) y finalmente y como es común en mis borracheras, acabé vomitando, manchándome la camiseta. Y aquí comenzó el lío, que me pudo costar la vida, ya que mis amigos tampoco andaban muy finos.

Empezaron a registrar el piso en busca de una fregona para limpiar, pero como en ese piso apenas hacemos vida, no hay nada de nada, por lo que N decidió ir a su casa a por una, ya que vive a 3 ó 4 manzanas. Durante la cena se había quitado los zapatos, porque los tacones la estaban matando y llevaba puestas unas zapatillas mías de estar por casa (talla 47) y se fue hasta su casa con ellas puestas. De regreso borracha, con una fregona y su cubo en la mano y unas zapatillas del 47, se cayó al suelo al tiempo que pasaba una patrulla de la policía local y claro, a las 4 de la mañana en un pueblo medianamente tranquilo, no es normal encontrarse a alguien de esa guisa, por lo que pensaron que se había escapado de algún centro.

N avisó a NX (que como conducía era el único que no había bebido) para que bajase a hablar con los polis y aclarase la situación. M me había quitado la camiseta y la estaba tratando de limpiar en el baño, mientras yo me había quedado en el salón con LA, que después de mí era la que peor iba. Yo estaba muy mareado y a LA no se le ocurrió otra cosa que abrir la ventana y decirme que me asomara para tomar el aire. Al asomarme, el peso me venció y estuve a punto de caerme por la ventana.

La suerte fue que en ese momento volvía NX de rescatar a N y fue lo bastante rápido como para llegar de la puerta a la ventana y tirar de mí hacia dentro del piso, por lo que al final no me caí hacia fuera pero sí hacia dentro, dándome un golpe en la cabeza, que unido al alcohol me dejó K.O. definitivamente.

Entre todos decidieron llevarme en volandas hasta la cama, lo que debido a mi complexión no debió resultar nada fácil. Por el camino me debieron ir golpeando contra todo lo que se encontraban, a juzgar por los moratones del día siguiente. Finalmente fueron capaces de depositarme sobre la cama y se quedaron conmigo hasta que dí signos evidentes de vida y ya me dejaron dormir tranquilo. Después de esto hemos hablado un montón de veces sobre el tema y dicen que esa noche se rieron como nunca. Tardaron 3 horas en llevarme del salón a la cama (unos 15 metros) porque cada dos pasos se empezaban a descojonar de la situación. Por lo menos yo me olvidé de todo y ellos pasaron un buen rato a mi costa. No estuvo mal la noche.

Y hasta aquí el capítulo de mis borracheras. ¿Créeis que debería preocuparme por mi problema con el alcohol? Ó ¿4 de estas en 28 años es una proporción aceptable? La verdad es que como ya apenas salgo, ahora mismo me imagino que no toleraría ni un dedal de alcohol. Lo que sí tengo claro es que después de leer esto no me vais a invitar a ninguna fiesta en vuestra casa.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Érase un nudista

Me encanta el agua. No estoy hablando de beber, que en ese caso, me gusta hasta el agua de los floreros, sino de lugares donde darme un chapuzón. Me encanta la playa, los pantanos, los ríos, las pozas, los jacuzzis, las piscinas... cualquier sitio que tenga agua.

Tampoco me importa excesivamente la temperatura. Soy capaz de darme un bañito en una poza termal con el agua saliendo a 40º y de bañarme en el mes de febrero en el cantábrico.

Unido a esto, hará cosa de 4 años descubrí el nudismo y ahora lo que se me hace raro es tener que ponerme un bañador.
La primera vez que vino ÉL a Cantabria (como amigo, por supuesto), me empeñé en explorar playas nuevas, porque siempre solía ir a las mismas y así una tarde de domingo acabamos en una que era mixta (aquel día aproximadamente 30% textil, 70% nudista).

El ambiente en aquella playa era de total respeto, cada uno a lo suyo y mayoritariamente era una playa familiar, donde se veían a muchas familias con los niños y hasta algunos abuelos, todos tal y como vinieron al mundo.

ÉL siempre ha sido muy vergonzoso, tanto para ver, como para ser visto, pero el que os escribe todo lo contrario. Siempre me había picado la curiosidad de hacer nudismo, pero nunca lo había llevado a cabo. Pero de aquel día no pasaba. Llegamos a la playa y nos acomodamos (no sé que me pasa cuando llego a una playa, que me cuesta encontrar un sitio que me guste para plantar la toalla, ¿a vosotros también os cuesta o vais a tiro hecho?). Pues nada, una vez puestas las toallas hice mío el dicho de allá donde fueres haz lo que vieres y sin más, me quité el bañador.

He leído en algunos relatos de nudistas, de cómo fue su primera vez en esto y todos lo describen siempre como una estupenda sensación de libertad y cosas del estilo, pues bien yo no sentí nada de nada. Ni pudor, ni libertad, ni leches, simplemente la brisilla marina tocando partes que nunca antes habían estado descubiertas, pero nada, ni siquiera me "alegré", que suele ser uno de los principales temores en los tios.

La cara de ÉL era un poema, ya que no se imaginaba que yo me iba a despelotar. ÉL por supuesto se quedó con el bañador bien atado y nos fuimos al agua. Si el agua ya de por sí me encanta, el estar retozando desnudo, como cuando eres un niño es una pasada. Ahí decidí que desde entonces, siempre que pudiese, mejor sin bañador.

Desde entonces he conseguido que en algunos sitios ÉL pierda también la vergüenza y si estamos en sitios 100% naturistas, ÉL también se quita el bañador, aunque yo creo que un poco todavía le cuesta.

Desde esta primera playa, a la que he vuelto en todos los veranos posteriores, he estado en otras nudistas, tanto en Cantabria, como en el mediterráneo. Cada una con sus peculiaridades (playas mixtas o 100% nudistas, playas urbanas o apartadas, playas familiares o gays, ...). También me he bañado desnudo en pantanos y ríos, aunque no he conseguido encontrar la zona nudista del pantano de San Juan, aquí en Madrid, siempre que lo intento me pierdo.

Lo mejor de todo para el invierno, he descubierto varios sitios en medio de la naturaleza de los que brotan aguas termales y en los que lo normal es practicar nudismo en ellas (Por si las queréis visitar: Arnedillo en la Rioja, Santa Fé en Granada y Mazarrón en Murcia) y estar en un sitio de estos a las 2 de la mañana con todo el lugar para nosotros solos, bajo la luz de la luna, no tiene precio (Para esto también ayuda el tener la casa con ruedas).

Este verano, en nuestras vacaciones, fuimos un poco más allá y nos alojamos durante algunos días en un par de campings naturistas: el camping Almanat en la Costa del Sol y el camping Relax-Nat en la Costa Brava y la experiencia fue genial. De hecho, era tal el ambiente tan relajado y natural que allí había, que al llegar al primero de ellos, estaba yo todavía tratando de montar el tenderete, cuando me dí cuenta de que ÉL ya estaba danzando desnudo por allí y eso que todavía le da un poco de cosilla.

Así que nada, desde este blog os recomiendo probar la experiencia a los que aún no lo hayáis hecho y contar vuestras experiencias a los que sí.

martes, 8 de marzo de 2011

Érase unas mujeres trabajadoras

Todos los días parece que son el día de algo: del orgullo gay, del medio ambiente, del orgullo friki, del padre, de la madre, de los enamorados,... y hoy 8 de marzo es el día de la mujer trabajadora, así que me sirve de excusa para hablar de las mujeres que circulan por mi vida, esta vez en su faceta de currantas.

Empiezo por mi abuela materna, una mujer con carácter. La verdad es que en mi familia se tiende a que sea la mujer la que lleve los pantalones (aunque a mi abuela nunca la he visto con unos puestos). Realmente trabajar, lo que se dice por cuenta ajena, nunca trabajó, ahora en casa es la persona más trabajadora que conozco. Cuando yo era pequeño, fueron ella y mi abuelo los que realmente me criaron, ya que como dije en su día, no vivía con mis padres. Pues bien, ella era de la vieja escuela y seguía fregando de rodillas con un trapo y lavando la ropa a mano y lo hizo así hasta que su cadera dijo basta, porque decía que la lavadora y la fregona eran inventos para guarras ¿¿??. Todavía hoy, con sus problemas seniles, la señora mantiene su carácter. Ya se acostumbró a usar los inventos esos para guarras y ahora que casi no puede con su alma y que tiene una asistenta por cortesía de los servicios sociales para hacerle las tareas domésticas, se empeña en una vez que la pobre mujer se marcha, repasar todo lo que previamente ha limpiado, porque no se fía de ella. Creo que para el papel del mayordomo del algodón se inspiraron en ella.

Choca mucho con mi madre, pero porque ambas tienen el mismo carácter y sólo hay sitio para una persona al mando de la familia. Mi madre se jubiló el año pasado, justo un año después de divorciarse, aunque llevaba ya 5 años prejubilada. A pesar de que en su generación tampoco era lo más habitual, ella trabajó desde que tuvo edad para hacerlo, y siempre en la misma empresa, eso sí que es un logro. En alguna ocasión antepuso su trabajo a su familia, lo que la llevó a vivir a 100 kms de su marido y su hijo y a no haber tenido más hijos, de lo que me consta que más se arrepiente, porque es muy "niñera". Supongo que lo que más le duele de que su único hijo sea gay es que no va a ser abuela, aunque está ejerciendo como tal con mi prima.

Mi madre y mi tía se llevan 25 años, por lo que en su juventud prácticamente ejerció de madre con ella. Todavía en el pueblo hay quien piensa que mi tía es realmente hija de mi madre y no de mi abuela y eso en aquella época le costó una fama a mi madre, que todavía en algunos casos sigue teniendo, os podéis imaginar... Mi tía y su marido (se conocieron en el trabajo) trabajan en la misma empresa en la que mi madre lo hizo durante toda su vida laboral. Parece mentira, porque posiblemente es la empresa española más grande (en la que yo trabajo debe ser la siguiente), pero ambas entraron en ella por enchufe de un tío suyo. Era otra época, sin duda, porque hoy en día eso no pasa ni de coña. Pues si con mi tía hizo de madre, ahora con su hija está ejerciendo de abuela, ya que es ella la que la va a buscar y recoger del colegio, la que la da de comer y la que más la mima.

De mi prima todavía no corresponde hablar en esta entrada, ya que aún le quedan unos cuantos años para poder ponerse a trabajar, porque todavía va por la Primera Comunión. Este evento (que hoy en día se celebra como si fuese una boda) será el próximo mes de junio y en la lista de invitados figura ÉL. Será su presentación oficial en la familia y es un hecho que me tiene bastante descolocado, veremos cómo se desencadenan los acontecimientos.

Una vez que he hablado sobre las mujeres más relevantes de mi familia, le toca el turno a mis mariliendres amigas.

LA trabaja para el Gobierno de Cantabria (aunque todavía no es funcionaria) en un tema de Asuntos Sociales (no puedo decir más, porque si se entera me mata). Cuando acabó el instituto, con las mejores notas de todos nosotros con diferencia, ella quería hacer un módulo de trabajo social o algo así, porque en Santander no había ninguna carrera relacionada. Fui yo el que se estuvo informando y al final gracias a mis gestiones, consiguió plaza para estudiar la carrera en Bilbao, como yo, aunque ella en la universidad pública. Dice que siempre me estará agradecida porque fui el que condujo su vida y ahora está contentísima por ello. Menos mal que salió bien. Ahora acaba de terminar las oposiciones para optar a la misma plaza en la que trabaja actualmente y estamos todos mordiéndonos las uñas hasta que salgan sus notas. Se casó el año pasado y vive feliz con su marido NX en un pequeño chalet adosado al que yo en Madrid no podré aspirar en la vida.

LB que era (y sigue siendo) la pupas del grupo, trabaja en Prevención de Riesgos Laborales. Hay que ver lo irónica que puede llegar a ser la vida. Acaba de conseguir un puesto fijo en una gran fábrica, aunque tiene que soportar durante toda la jornada laboral una peste a huevos podridos que tira para atrás. Miedo me daría ser ser un currante de esa fábrica y que mi seguridad esté en sus manos, jejeje. A LB creo que la palabra que mejor la define es TRABAJADORA. Ha ido encadenando un trabajo tras otro desde que tuvo edad para ello y eso que en su familia no es que haga mucha falta el dinero. Ha sido entrenadora de balonmano, actriz, profesora de teatro, profesora particular, camarera en un restaurante chino, cocinera, ha puesto copas, ha trabajado en varias obras, en una compañía eléctrica y de auxiliar de laboratorio. Y seguro que me dejo algo, porque es una todoterreno.

N también es muy currante, aunque ahora está en el paro y lo lleva verdaderamente mal. No por el dinero, porque tiene un novio con un buen puesto que la mantiene, sino por el hecho mismo de ser una mantenida. De toda la vida ha sido dependienta de una peletería de Santander y mientras tanto se sacó la carrera de Dirección y Administración de Empresas. Cuando acabó la carrera, dejó las pieles para buscarse algo más en la línea de lo que había estudiado y no sé cómo la engañaron, pero acabó entrando como recepcionista en un Club de Campo para pijos. Creo que la promesa fue de que si empezaba por recepcionista, pronto llegaría a gerente y de ahí a administrar todo aquello, pero vamos que nunca se cumplieron las promesas. De ahí saltó a ser secretaria personal de un embajador o un cónsul, no lo sé exactamente y finalmente (y tras una larga lista de tíos) apareció su actual novio con un puestazo en una multinacional suiza del sector de la alimentación. Inicialmente el chico trabajaba en Cantabria, pero al poco tiempo fue ascendido y trasladado a Barcelona y ella que se fue tras él a la Ciudad Condal. Allí trabajó por fin de lo suyo en una fábrica de césped artificial, hasta la llegada de la crisis y del paro por primera vez a su vida. Esperemos que dure poco la cosa.

Y sirva esta entrada como homenaje a todas ellas por lo currantas que son.

lunes, 7 de marzo de 2011

Érase un trabajo

Como creo que ya sabéis, soy informático y trabajo para una empresa española de las grandes. No voy a concretar mucho más, porque en este país, con la primera frase ya se restringe el número de posibilidades a menos de los dedos de una mano. He puesto que trabajo para ella en lugar de que trabajo en ella, porque aunque llevo 5 años trabajando aquí, no se han dignado en contratarme y no creo que lo hagan jamás.

Soy un externo: tengo contrato indefinido con una consultora informática que me tiene desplazado a esta gran empresa, vamos lo que viene a ser una subcontratación pero con bastante de ilegal, porque las únicas que pueden ceder personal son las ETTs. De hecho, unos compañeros de otra consultora que trabajan conmigo y que llevan así 13 años, acaban de denunciar a su empresa. A ver en que acaba esto.

Cuando llegué aquí no había una separación nada clara entre los de la casa y los externos, pero con los años, los de la casa han ido ascendiendo, convirtiéndose en nuestros jefes y los externos seguimos igual, con nuestras carreras profesionales estancadas. Seguimos aquí por la crisis, aunque en nuestro sector no es tan fuerte como en otros y por la esperanza de que llegue algún día en el que la gran empresa nos abra sus puertas.

Esto de contratar externos ha pasado en contadas ocasiones desde que estoy aquí, pero ha pasado y es lo que esperamos. A mí ya me han tenido en cuenta para un puesto que finalmente se llevó otra compañera y es que aunque cumplo el requisito indispensable para la gran empresa de ser titulado superior, me dicen que soy demasiado joven, así que tiempo al tiempo.

Hemos pasado un 2010 con muchísimo trabajo, con un proyecto de muchos millones y metiendo horas extras, quedándonos sin jornada reducida en verano y trabajando algunos fines de semana y festivos. Todo ello previo pago de su tarifa, por supuesto. Lo aclaro, porque los que conozcan algo de mi sector sabrán que nunca se suelen cobrar los sobreesfuerzos, pero en este caso se han portado han hecho lo que debían. Ni más ni menos.

Con la llegada de 2011 el mastodóntico proyecto en el que estaba acabó y salvo rematar pequeños flecos, cada vez vamos teniendo menos trabajo. Por eso me puedo permitir el postear y comentar blogs a estas horas.

El jefe de mi equipo asegura que seguimos teniendo trabajo para rato, pero en otros equipos la cosa no va igual y este mes nos dirán adiós 4 compañeros y encima son de los más veteranos. Una ventaja de la externalización, que la gran empresa puede prescindir del trabajador cuando quiera y es su pequeña empresa la que se tiene que buscar la vida para recolocarlo en otra o indemnizarle por despido.

En ellos hay sentimientos encontrados. De media los que se van llevaban 15 años aquí y aunque sienten pena porque finalmente no les haya contratado la gran empresa, ahora tienen la oportunidad de prosperar en sus más pequeñas empresas, dependiendo del nuevo cliente y la nueva situación en la que los coloquen.

Aquí hay buen ambiente en el trabajo, las relaciones entre los externos, aunque cada uno somos de empresas distintas, es de compañerismo total y durante los descansos para café y para comer, el ambiente es de lo más relajado. Vamos que hay buen rollo. No somos de quedar después del trabajo ni nada de eso, pero aquí nos tenemos casi como amigos.

Con los internos ya es otra historia, porque desde la dirección del departamento se han encargado con el paso de los años de que no haya relación más allá del te ordeno y me obedeces, aunque al principio no era así.

Trabajamos en un edificio de estos "inteligentes" que te asfixian en invierno y en verano te cruzas por el pasillo con pingüinos y osos polares. Dentro del edificio tenemos un restaurante y un comedor con microondas para los que nos traemos la comida de casa, por lo que en 9 horas y pico no salimos de él, excepto los fumadores, que se bajan al jardin a fumar.

El edificio está en un polígono industrial de un pueblo del norte de Madrid, a las puertas de la sierra. Cuando vivía en el centro, venía en tren a trabajar y después cogía el autobús que pone la gran empresa como lanzadera entre el tren y el trabajo, pero al irme a vivir a las afueras me pasé a la moto, para ahorrar tiempo. Elegí moto en vez de coche, porque para los externos el tema del aparcamiento está complicado. Los internos tienen plaza propia dentro del edificio.

En cuanto a la fauna que pulula por aquí, la proporción hombres / mujeres será más o menos 70% / 30% y eso entre unas 2000 almas que habitamos este edificio pues da un alto número de potenciales objetos de deseo. Pues nada, muy pocos me llaman la atención y de los pocos que lo hacen, con ninguno de ellos tengo trato, sólo los conozco de vista.

En este sentido, merecen una mención a parte los integrantes del departamento de mantenimiento del edificio. Yo creo que para entrar en este departamento no hacen entrevistas de trabajo, deben hacer directamente pruebas de imagen. Madre del amor hermoso, que hombres. Deseando estoy que se fundan los fluorescentes para que lleguen ellos a cambiarlos con su escalera a cuestas, que tiene la altura adecuada para que te quede su culo/paquete a la altura de los ojos y te puedas recrear la vista mientras hacen su trabajo.

Y nada lo dejo aquí por hoy, que creo que voy a llamar a mantenimiento para que me arreglen algo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Érase unas aficiones

Llega el fin de semana y es hora de hablar sobre a qué dedico el tiempo libre. Mis aficiones no son gran cosa, pero así me conocéis un poco mejor.

Durante muchos años, como ya sabéis, mi mayor afición fue el balonmano, pero eso lo tengo ya totalmente abandonado y ahora ni siquiera me veo los partidos por la tele.

En casa, a parte de ver series, pelis y algún que otro programa del corazón (como ya confesé en el meme de los secretos), me encanta el bricolaje. Me das algo roto o desmontado y una caja de herramientas y me haces el hombre más feliz del mundo.

Como buen informático, me gustan los ordenadores y casi cualquier cacharrito electrónico que caiga en mis manos. Lo que me quita frikipuntos es que no me van mucho los videojuegos y tiene delito, porque hasta he programado alguno. En casa tenemos la wii y la play 2, pero sólo la usamos cuando vienen visitas para jugar a los típicos juegos chorra de la cámara, el micrófono o los movimientos espasmódicos.

Otra afición peculiar por la que me ha dado hace poco es la de los juegos de construcciones (sí, soy como un crío). Yo de pequeño era aficionado a los Meccano, pero eso ya se quedó atrás. Ahora me ha dado por los sets más técnicos de LEGO. Unos que se llaman LEGO TECHNIC y, sobre todo, unos de robótica que se llaman LEGO MINDSTORMS NXT. Eso ya es la caña, porque une los juegos de construcciones con piezas que se pueden programar, como motores o sensores y te puedes hacer tus propios robots. Una chulada.
Dejando de lado las aficiones frikis indoor, cuando las condiciones climatológicas lo permiten, estoy retomando dos "deportes" de exterior que de pequeño hacía mucho: el ciclismo y el patinaje. Lo de montar en bici es sencillo y, como se suele decir, una vez que lo aprendes ya no lo olvidas nunca. En mi caso al menos fue así, lo que es la técnica, la primera vez que me monté en la bici después de años de ausencia, ahí estaba yo dando pedales sin caerme.

Otra cosa es el fondo físico de cada uno, pero en eso ya he mejorado y hasta he completado varias veces los 80 kilómetros del anillo ciclista que da la vuelta a todo Madrid. El próximo reto que tengo es hacerlo sin perderme, pero para eso influye bastante Gallardón y la afición que compartimos por los juegos de construcción (sólo que él a tamaño real).

Los patines son otra historia. De pequeño, como a los 12 años o así, me regalaron unos patines en línea. Le cogí gusto a esto del patinaje y puedo decir que se me daba bastante bien, pero mis pies crecieron y lo del patinaje me empezó a parecer cosa de niñas, así que los patines quedaron arrinconados para siempre.

Bueno, para siempre no, porque el año pasado decidí comprarme unos, llevado por la envidia de los patinadores que veía por el retiro. Pues bien, tengo que advertiros de que en el patinaje NO se cumple lo de que una vez que aprendes es para toda la vida. Resulta que crecemos, tanto a lo alto, como a lo ancho (en mi caso especialmente a lo ancho), con lo cual el centro de gravedad cambia totalmente de sitio y se hace bastante complicado no solo el patinar, sino simplemente el hecho de mantenerse en pie. Y en esas estoy todavía un año después (aunque reconozco que no he sido muy constante). Ya consigo avanzar, ahora estoy aprendiendo a girar y el próximo paso será aprender a frenar, mientras tanto, os recomiendo que si me veis aparecer como un caballo desbocado, os apartéis de mi camino XD.

A parte de estos hobbies, me encanta salir de acampada, para lo que tengo una furgoneta equipada con 2 camas, cocina, baño, ducha,... vamos una casa con ruedas y el verano pasado me compré también un kayak hinchable de dos plazas, bastante pro, con el que surcar los pantanos de la zona, pero resulta que a ÉL esto de tener que remar no le va mucho y yo acabo matado de tener que remar por los dos, así que si a alguien le apetece venirse de acampada a orillas de algún pantano y se ve con fuerzas para remar, que lo diga.

Otra cosa que me chifla son los parques de atracciones, parques acuáticos, parques temáticos... En el norte no tenemos de eso, así que nada más llegar a madrid me saqué el abono para la Warner, aunque años después y debido al lamentable estado de conservación del parque lo hemos cambiado por el bonoparques, con el que, a pesar de ser más barato, se puede entrar a más sitios: parque de atracciones, teleférico, zoo y aquópolis. Así que si alguien más lo tiene o le apetece ir a alguno de estos sitios, es cuestión de organizarlo.

En mi currículum de parques que hasta ahora he visitado están: Parque de Atracciones de Madrid, Parque Warner Madrid, Port Aventura, Terra Mítica, Isla Mágica, Terra Natura, Zoo de Madrid, Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Faunia, Mundomar, Zoo de Santillana del Mar, Bioparc de Fuengirola, Aqua Natura, Aqualandia, Aquópolis de San Fernando de Henares, Water World y Aquadiver. Y el preferido hasta ahora, en el que hemos estado ya 3 veces: Disneyland Paris. Tenemos claro que si alguna vez nos casamos, nuestra luna de miel será a Orlando.

¿Compartimos algún hobby?

miércoles, 2 de marzo de 2011

Érase mi salida del armario

Después de contaros ayer cómo ÉL salió del armario con su madre, hoy voy a contar como fue en mi caso.

ÉL y yo lo habíamos dejado (fue la 2ª, y hasta ahora última, etapa de descanso que nos tomamos) y mi madre me llamó para contarme que había recibido esa mañana una carta de un abogado diciendo que mi padre había peddido el divorcio.

Entre ellos las cosas llevaban ya mal bastantes años, aunque seguían viviendo juntos por aquello del qué dirán típico de los pueblos. Pues bien, mi padre tomó la decisión sin hablar nada con ella, así de sopetón y de repente mi madre recibió su carta.

Ese fin de semana yo me fui a Santander a verlos y hablar con ellos. Los dos lo estaban pasando mal, supongo que no es fácil poner fin a un matrimonio de casi 30 años, por muy mal que vayan las cosas. Era viernes por la noche, primero estuve hablando con mi padre hasta que se fue a la cama (es de los que se acuestan muy pronto) y luego le tocó el turno a mi madre.

Estábamos los dos sentados en el sofá, con la tele puesta (creo que estaba el Cantizano) aunque sin hacerle nada de caso. Mi madre me decía que era muy duro que se acabara algo así y yo contesté que la entendía, que yo también acababa de terminar una relación.

En este punto, conviene que diga que yo nunca antes había hablado con mi madre de sentimientos ni nada, así que debió ser un shock para ella. También diré que mis padres le conocían a ÉL porque había ido conmigo dos veces de vacaciones.

Bueno, a lo que íbamos, ella me preguntó que con quien lo había dejado y yo contesté que con ÉL. Y se hizo el silencio, supongo que fueron un par de segundos, pero a mí se me hiceron eternos, los dos sentados frente a la tele, mirándola pero sin verla. y así fue nuestra conversación.

Ella: ¿Así que eres homosexual?
Yo: Sí
Silencio
Yo: ¿No te lo imaginabas?
Ella: No sé, tú nunca me has contado tus cosas.
Silencio
Ella: ¿Y una mujer no entra en tus planes?
Yo: No
Mucho rato de silencio
Ella: ¿Y qué es, por vicio?
Silencio, ya que me quedé flasheado por la pregunta
Yo: ¿Cómo que por vicio?
Ella: No sé, como te lees mucho por internet y demás igual habías investigado y sabías la causa.
Yo: ¿La causa de ser gay?
Ella: Sí, si es de nacimiento o por algo que no te dimos, o que te mimamos demasiado...
Yo: Pues no, en internet no dicen las causas, pero vamos que me dan igual, es lo que hay.

Aquí continuamos viendo la tele sin hablar durante un montón de rato hasta que me dijo que se iba a la cama y que no le dijera nada a mi padre.

Ellos dos no se hablaban a cuenta de lo del divorcio, pero aún así al día siguiente yo salí por la tarde a tomar un café con mis amigos (los gays) para contarles toda la situación en casa y a la vuelta mi madre me dijo que se lo acababa de decir a mi padre, porque tenía derecho a saberlo.

Mi relación con él no ha sido nunca muy profunda, cuando jugaba a balonmano hablábamos de los partidos y poco más. Ninguno de los dos somos mucho de hablar de nuestras cosas, así que tampoco es que nos llevemos mal. Simplemente sabemos que el otro está ahí por si necesitamos algo. Mientras tanto, cada uno a su bola.

Pues nada, volviendo a cómo se tomó la noticia, yo se lo pregunté a mi madre y me dijo que como casi no se hablaban, no había contestado nada. Y que cuando yo llegué a casa, él se acababa de ir a echar la partida de mus con los amigos.

Al poco rato me volví a marchar para comprar unas cosas para una cena que había montado con mis amigos, para poder desahogarme un poco, y cuando estaba comprando, con la duda de cómo se habría tomado mi padre la noticia, recibí una llamada suya en la que me preguntaba que por si estaba en casa ya con mis amigos, que si queríamos que nos subiese unos churros, que estaba la churrería abierta. Os parecerá una gilipollez de conversación, pero eso traducido al idioma que tenemos mi padre y yo, viene a ser algo asi como "hijo: que sepas que te quiero igual y que sigo estando aquí".

Con mi padre nunca he hablado directamente del tema. A los 15 días mis padres se divorciaron (fue al poco de entrar en vigor la ley del divorcio express) y él se marchó de casa. Desde entonces suelo hablar con él por teléfono un minuto al mes y cada vez que voy a Santander nos vemos 5 minutos. Ya he dicho que nunca hemos tenido una relación muy fluida.

Con mi madre tengo mucha más relación, aunque dado el carácter de la señora, reconozco que en ocasiones es difícil tratar con ella y entiendo a mi padre. Ella ha aceptado a ÉL como uno más de la familia, incluso cada vez que vamos nos deja a nosotros la cama de matrimonio y ella se va a dormir a otra habitación.

También lo saben unos tíos y también sin problema, incluso su hija le ha invitado a ÉL a su primera comunión, que será en junio. Supongo que ese será el momento en el que se entere el resto de la familia, vamos la presentación en sociedad.

Cuando eso suceda escribiré el correspondiente post, así que os mantendré informados.

martes, 1 de marzo de 2011

Érase un especial informativo

Hoy toca boletín informativo, como cuando las televisiones interrumpen su programación de repente y es que la noticia no es para menos. Y aquí va el titular: ÉL ha salido del armario.
Con el tema del piso que le van a poner sus padres y que ya sabéis que me tiene muy quemado, yo necesitaba saber la opinión de su familia antes de hacer planes de futuro. Y así se lo hice saber, dándole además un ultimátum de una semana para hablar con ellos. No es algo de lo que me sienta especialmente orgulloso, ya que yo no soy de hacer este tipo de cosas, pero me estaba rayando demasiado con el tema.

Así que con este "empujoncito" por mi parte, ÉL se lo dijo a su madre. Su madre, que no es tonta, le dijo que ya se lo imaginaba y, parece que en un primer momento se lo tomó bastante bien, pero le dijo que no se lo contase a su padre.

Al día siguiente le dijo que ya se lo había contado ella a su padre y que éste no se lo había tomado nada bien. Durante los dos días siguientes padre e hijo, que han estado más tiempo juntos que en el último año por temas de las obras de reforma, se han esquivado las miradas y se han hablado lo justito. Por medio de unos tíos suyos a los que la madre también se lo ha contado, nos hemos enterado de que el padre está verdaderamente mal, pensando seriamente en desheredarle del piso este y que cree que necesita ir a un psicólogo para asumir lo de su hijo.

La madre, que al principio se lo tomó bien, va tirando también perlas del estilo de "es una vergüenza", suponemos que influenciada por la opinión de su padre. Yo estoy con sentimientos encontrados, por un lado me alegro de que por fin se lo haya dicho y por otro me arrepiento de haber forzado la situación. Y es que yo no me imaginaba que sus padres iban a resultar tan cerrados.

De su madre, me esperaba una reacción 100% positiva, ya que por su trabajo tiene que tratar con un montón de gays diferentes al día, aunque reconozco que no en su mejor aspecto, ya que trabaja haciendo pruebas del VIH. De su padre no tenía muchas referencias, porque apenas me habla de él. Es el típico hombre que está como de paso en su casa, porque está claro que los pantalones en su casa los lleva su mujer y con el hijo tiene las conversaciones típicas que se tienen en el ascensor con un vecino. Ambos son de un pueblo pequeño castellano, aunque llevan la tira de años en Madrid y no es que yo tenga nada en contra de la gente de pueblo, que yo también lo soy, pero seguro que algo influye.

La sorpresa positiva nos la han dado sus tíos, que lo han aceptado de maravilla y nos han invitado a ir a su casa (viven en Valencia) por las fallas o cuando queramos. Yo tenía mis dudas de cómo se lo iban a tomar, ya que su tío y su primo son militares, que no tiene nada que ver, pero yo les tenía como bastante cerrados, pero ya véis que sorpresas te da la vida.

Y en esas estamos hasta ahora. ÉL parece que se esperaba todas las reacciones tal y como se han producido y lo lleva bien. Sigue con la ilusión puesta en las reformas del futuro nidito.

Seguiremos informando.